Pésimo accionar de la Policía Nacional y nuestra imagen

JOSÉ ALFREDO ESPINAL

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La muerte a tiros de los esposos y pastores evangélicos Elisa Muñoz, de 33 años y su esposo Joel Díaz, de 37, por agentes policiales en la comunidad de Villa Altagracia ,cuando retornaban a Santo Domingo de un culto evangélico, es una muestra más de la necesidad de reformar este cuerpo del orden, que luego de este hecho lamentable, confirma que operaba como un escuadrón de la muerte.

A nivel local la noticia ha corrido como pólvora, como se dice en el argot popular, pero el crimen ha traspasado fronteras.

La desaparición física de los esposos evangélicos ha impactado directamente a sus familiares por la pérdida de sus seres queridos, personas honestas, trabajadoras y entregadas a la obra de Dios. Su muerte no tiene justificación alguna. La preocupación del dominicano y la indignación del Presidente de la República es de sobrada razón.

En el ambiente internacional el crimen contra esta pareja también ha repercutido bastante. En Los Estados Unidos y en los países de Europa, donde existe la mayor cantidad de dominicanos ha encontrado el rechazo generalizado. El hecho sangriento afecta la imagen de la República Dominicana y, por consiguiente, esto va en desmedro de toda la población.

Con este accionar de los agentes policiales la gente ha perdido la poca esperanza que tenía en el cuerpo del orden. Resulta parecido encontrarse en las calles a un delincuente o a un miembro de la uniformada. Ya no se tiene diferencia alguna.

Penoso es decirlo, pero ojalá que este crimen sea por fin el abrir de ojos y de conciencia de nuestras autoridades para que de una vez y por toda la sociedad dominicana pueda contar con una policía preparada, con un accionar eficiente y que, sobre todo, sea el órgano que cuide a la gente.

Esperemos…