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El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), no ha conseguido disminuir la inseguridad y la violencia de manera sustantiva a cuatro años de iniciado su Gobierno.
Siguen siendo los temas que más preocupan. De acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana, un 64,5% de la población de 18 años y más residente en 75 ciudades reconoció sentirse inseguro durante septiembre de este año.
No por casualidad una de las primeras reformas a la Constitución fue para crear la Guardia Nacional, una institución que, según el mandatario, dejaría del lado los «actos espectaculares» —perseguir y abatir a los capos— y se encargaría de «proteger de verdad a los ciudadanos».
Hoy, con más de 128.000 elementos desplegados a lo largo y ancho de territorio nacional y un presupuesto multimillonario que crece año con año, los resultados alcanzados por la Guardia Nacional en materia de seguridad son, sin embargo, pírricos.
Según cifras oficiales, en términos interanuales la reducción en el número de homicidios fue de apenas un 7,3% durante los primeros 11 meses de 2022. Con todo, el presidente destaca que su Administración consiguió «revertir» la tendencia al alza.
De tal suerte que, si bien la curva del número de homicidios aún no registra una franca caída, su Gobierno habría por lo menos evitado que la curva se disparara aún más.
Los programas sociales insignia del Gobierno no han conseguido una reducción sustantiva de las actividades ilícitas en México, menos todavía han logrado el objetivo de reducir los delitos.
Además de la creación de la Guardia Nacional, otro de los pilares de la estrategia de seguridad del Gobierno fue la política social. «La paz es fruto de la justicia», repitió un sinfín de veces López Obrador en la campaña de 2018.
De acuerdo con el entonces candidato, los programas sociales serían una solución de fondo de cara al crecimiento de la economía criminal.
Las personas que antes se empleaban en actividades ilícitas ante la falta de oportunidades en sus lugares de origen, hallarían en las transferencias monetarias del Gobierno una alternativa para su reinserción.
Sin embargo, los programas sociales insignia del Gobierno no han conseguido una reducción sustantiva de las actividades ilícitas en México.
No hay pruebas concluyentes que indiquen que programas como ‘Jóvenes Construyendo el Futuro’ o ‘Sembrando Vida’ hayan conseguido reducir el número de personas dedicadas a actividades ilícitas, menos todavía que hayan logrado el objetivo de reducir los delitos.
De la amnistía al diálogo con los capos
Establecer comunicación y llegar a acuerdos con grupos vinculados con el crimen organizado son acciones que no deben descartarse para alcanzar la paz social, aseguró el expresidente de Colombia, Juan Manuel Santos, en una entrevista a la prensa local durante su visita a Hermosillo (Sonora) en la recta final de este año.