El Colegio Médico de Santiago dice 2018 fue desastroso para el sector salud

JOSÉ ALFREDO ESPINAL

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El 2018 fue calificado por el Colegio Médico Dominicano (CMD), filial Santiago, como un año de mucha improvisación, desaciertos y un descalabro total en los hospitales públicos de la región, impidiendo de ese modo,  brindar un servicio de salud de calidad a los pacientes.

Para el presidente del CMD en Santiago, doctor Luis Faringthon, el deplorable estado físico, la falta de equipos y de personal en los hospitales regionales José María Cabral y Báez, el infantil doctor Arturo Grullón, sometidos a un proceso de remodelación que se ha hecho eterno, así como los males que padece el Presidente Estrella Ureña del Seguro Social, son males que aun siguen latentes.

Consideró que el proceso de remodelación en que han estado sometidos estos centros médicos han empeorado los servicios que deben brindarle a los pacientes de las 14 provincias de la región del Cibao.

Afirmó que la situación por la que durante el 2018 han pasado en los hospitales Cabral y Báez y el infantil son deplorables y preocupantes que debe llamar la atención de las autoridades del Ministerio de Salud para que resuelvan de una vez esta problemática.

Dijo que en lo referente al hospital José María Cabral y Báez ha habido una disminución de su capacidad de respuesta a los pacientes, por la falta de personal médico, sin áreas de consultas adecuadas, sin equipos para resolución de los casos que recibe.

Asimismo, explicó que en iguales condiciones se encuentra el hospital infantil Arturo Grullón, donde aún no entran en funcionamiento los quirófanos. También, se quejó de la carencia de personal e insumos médicos.

El doctor Luis Faringthon también se refirió al hospital Presidente Estrella Ureña del IDSS, el cual dijo que pese a no estar intervenido por el Gobierno para su remodelación, aún tiene carencias de empleados, equipos, insumos y de los servicios que ofrecen.

“Las áreas de maternidad con dificultades operativas, mala coordinación de servicios prestados, falta de insumos de manera intermitente, en ocasiones faltas de laboratorios, no está equipada para tales fines, tiene un espacio de cuidados intensivos sin monitores, ni equipos, área de cirugía en malas condiciones sin luces, agua en el área, falta ropa quirúrgica, no hay seguridad ni departamento de conserjería que deben mantener el centro aseado”, explicó.

En definitiva, el Colegio Médico considera que el año 2018 fue desde su inicio con mucha improvisación y desaciertos, en los primeros meses del año con la renuncia del director ejecutivo del Servido Nacional de Salud, los casos de difteria, tosfarina, leptospirosis y los casos de rabia mortal presentados este año, cierro del centro nacional antirrábico, dijo que son de las premisas que no se han superado aún.

Habló de otros indicadores como la muerte materna, muerte neonatal, muerte infantil, entre otras, que se han mantenido por los cielos, aun con planes transitorios para mejorarlos.

Reconoció, sin embargo, que hay que el Servicio Nacional de Salud un grupo de médicos para vigilar los casos en muerte materno-infantil , pero, el dirigente gremial ha reiterado que esa no es la panacea del problema.

“Un problema grande tiene soluciones grandes, deben coordinarse equipos materno infantiles intrahospitalarios en cada centro que sirvan de referencia para al trabamiento de los casos de riesgo además del equipamiento necesario para responder ante los mismos”, dijo.

El doctor Luis Faringthon dijo que dado a las fallas propias de los hospitales, muchos pacientes deben salir a comprar insumos para su atención. Manifestó que el médico siempre está dando el servicio.