Domingo Hernández
Desde sus inicios, el dominicano Amet Rosario mostrò un cùmulo de virtudes que rápidamente hicieron pensar a los expertos de que era de esos prospectos “que no podía fallar”.
Dentro de su potencial como jugador, sobresalen en èl, su gran versatilidad, buen chocador de bolas,buena defensa, inteligencia, buen brazo y poder ocasional, notable incluso para ser un campo corto.
Rosario, quien fue tomado por los Mets de Nueva York como agente libre internacional en el 2012, hizo su debut en las Mayores el 1 de agosto de 2017 contra los Rockies de Colorado.
Hubo grandes expectativas cuando fue subido por los Mets. Sin embargo, cabe reconocer de que el nativo de Santo Domingo, durante su estadia con los metropolitanos (estuvo con ellos hasta el 2020) podrìa decirse que no estuvo a la altura esperada.
Esto, a excepción del 2019, cuando registró su mejor temporada con el conjunto neoyorquino. En aquella ocasión, bateò para 287 (su mayor promedio con esta franquicia), con 177 imparables conectados, 15 de ellos cuadrangulares, siete triples, 30 dobles, 75 carreras anotadas y 72 remolcadas, tras participar 157 partidos y agotar 616 turnos.
El año pasado, Rosario estuvo involucrado en un cambio que llevò al boricua Francisco Lindor a los Mets, y consecuentemente èl pasò a los entonces Indios de Cleveland –hoy Guardianes-.
Ese cambio de escenario obviamente ha resultado bastante favorable para el quisqueyano, quien en la estación pasada comenzó a reencontrarse a si mismo en términos productivos.
En efecto, en el 2021, Rosario concluyò con average de 282, con 155 hits conectados, 11 cuadrangulares, seis triples, 25 dobles, 77 vueltas anotadas y 57 impulsadas. Nada mal.
Con los Guardianes, Rosario incluso, ha estado alternando su posición original de shortstop, con la de jardinero central. Y la verdad no le ha ido mal.
Este año, el bate del dominicano ha estado bastante caliente y da la impresión de que ha comenzado su consolidación dentro del bèisbol grande.
En lo que va de temporada,sin el juego de ayer ante los Tigres de Detroit, Rosario bateaba para un respetable .290 de promedio, con siete vuelacercas de los 123 hits sumados, seis triples y 21 dobletes, 61 carreras anotadas y 45 impulsadas y un OPS de .741, en 103 partidos jugados y 424 veces al bate .
En los últimos siete días, en seis juegos y 25 turnos, factura siete batazos por terreno de nadie, dos jonrones, tres dobles, cinco anotadas y siete remolcadas.
Su proyección apunta a que podrìa concluir con 10 jonrones, nueve triples, 31 dobles, 91 anotadas y 67 impulsadas, si jugara 153 partidos y agotara 630 turnos.
Como se observa, da la impresión de que Rosario, quien de por vida batea 275 de promedio, con 325 vueltas anotadas y 250 impulsadas, con 50 cuadrangulares, 32 triples y 109 dobles, va camino a afianzar su carrera en la gran carpa.
Que conste, todavía por su juventud, -26 años-deberà seguir desarrollando sus cualidades como jugador, lo que indica que, probablemente, en los años por venir, de seguir como hasta ahora, lo mejor estè por venir en lo que concierne a Amet Rosario. No lo pierdan de vista. PARA QUE LO APRENDAS O LO RECUERDES: Las 191 carreras empujadas de Hack Wilson en 1930, es uno de los rècord que se consideran “insuperables” en el bèisbol. ¡Suena la campana! ¡Climmp!