Por Domingo Hernández
De haberse celebrado tres años atrás, la proyectada pelea entre el norteamericano Deontay Wilder y el inglés Tyson Fury, es posible que el vaticinio en torno al posible resultado se habría hecho más difícil.
Esto, porque en aquel período, el inglés estaba en un gran momento de su carrera y venía de sorprender al mundo son una impresionante victoria ante el ucraniano Wladimir Klittschko, a quien venció por decisión en 12 asaltos para coronarse campeón unificado de los pesados, en combate celebrado en el Sprit Arena, de la ciudad de Düsseldorf, en Alemania, en el 2015.
Sin embargo, desde aquella hazaña, han pasado muchas cosas en la vida de Fury, entre ellas, su crisis personal por el consumo de drogas, situación que lo llevó a ser despojado de los títulos mundiales avalados por la Federación Internacional de Boxeo (FIB), Asociación Mundial de Boxeo (AMB) y Organización Mundial de Boxeo (OMB).
Desde aquel entonces se sometió a un tratamiento de rehabilitación y supuestamente se ha recuperado, pero estuvo fuera de acción por más de tres años y ese proceso de inactividad creó un óxido en él que probablemente habrá de afectar su rendimiento a la hora que enfrente a Wilder.
Es cierto que ha regresado y logrado dos victorias por nocaut. La primera frente a Sefer Seferi, púgil de Macedonia, en su reaparición el pasado mes de junio, y la segunda ante el italiano Francesco Pianeta. Sin embargo, esos pugilistas no son ni remotamente del nivel de Wilder.
Fury enfrentará demasiado rápido a Wilder, a quien apodan «El Bombardero de Acero» .Lo correcto es que hubiese hecho al menos seis o siete peleas de preparación antes de un compromiso tan serio y exigente como este que tendrá frente al estadounidense, actual campeón de los pesados versión Consejo Mundial de Boxeo -CMB-.
Con apenas dos peleas,frente a rivales de escasa jerarquía, Fury, aunque buen boxeador y no obstante estar imbatible todavía en 27 salidas,con 19 nocauts, se expone a ser una presa relativamente fácil de Wilder, quien además de un fenómeno, está en su plenitud de facultades.
Mientras Fury estaba fuera de boxeo, por las razones citadas, Wilder se ha mantenido peleando con regularidad y se supone que estará en mejores condiciones para el enfrentamiento pautado tentativamente para celebrarse en diciembre próximo, por título que ostenta el norteamericano, quien todavía no conoce la derrota y posee uno de los récords más impresionantes del pugilismo actual: 40-0, con 39 triunfos por la vía rápida.
Ello explica el porqué Wilder, que ha hecho siete defensas exitosas del trono,saldrá claro favorito para este combate, pese a la calidad de Fury, quien se supone, con esa larga inactividad que tuvo a cuesta, no estará en su mejor forma a la hora de subir al ring cuando los dos se enfrenten. En otras palabras, esta habrá de ser una pelea en cierto modo desigual, en donde todo favorecerá a Wilder, quien deberá ganar por cualquier vía, en base a su superior velocidad y potencia. En su momento, volveremos con el tema. PARA QUE LO APRENDAS O LO RECUERDES:A propósito de Wilder, es oportuno decir que éste conquistó el campeonato mundial ante el haitiano nacionalizado canadiense Bermane Stiverne, a quien venció por decisión en 12 rounds el 17 de enero del 2015 y que es la única victoria por puntos que tiene en su haber.Mas, en una revancha entre ambos, celebrada el 4 de noviembre del año pasado, Wilder noqueó en el mismo primer asalto a Stiverne. !Suena la campana! !Climmp!