Vamos hacer un ejercicio…

José Alfredo Espinal

Caribbean Digital

SANTIAGO, República Dominicana.–  El que no paga la factura de electricidad a tiempo, le cortan el servicio. Si no pagas por los servicios de  la televisión por cable, la factura telefónica, el agua potable, la renta del celular o el teléfono residencial, simple y llanamente no podrás hacer uso de ellos.

Si vas al colmado, al supermercado o a la farmacia, debes tener recursos económicos para adquirir cualquier producto. Igual, tendrás que contar con los “cuartos” en los bolsillos si quieres ir al cine o a la disco.

Si estudias en la universidad o en un instituto de idiomas, si tienes  tu hija en una escuela de ballet, si tu hijo asiste a una liga deportiva,  si viajas fuera del país, si haces excursiones en tu propio pueblo, en fin, para cualquier actividad, es imposible realizar si no cuentas con dinero.

Si vas a una clínica privada o a un hospital público, si te detienen a un pariente por cualquier redada policiaca, inclusive, si te roban el carro o en tu casa, debes tener dinero para que seas atendido.

Si te violas la luz roja del semáforo te ponen una multa, si andas  conduciendo en la vía pública sin el cinturón de seguridad o si vas hablando por el teléfono celular, la autoridad, como debe de ser, de inmediato te sanciona.

Si decides ir a Santo Domingo o a Samaná, por ejemplo, debes pagar un peaje.

Si tienes que pagar RD$400 pesos por la foto de un hijo menor en la oficina de Pasaportes, si debes pagar RD$600 pesos por dos actas de nacimiento en la Junta Central Electoral, si tienes que comprar un tinaco aunque pague el servicio de agua potable y contar con un inversor, pese a que pagas una factura de electricidad.

Si el ciudadano paga todos sus impuestos y cumple con sus responsabilidades.

Por eso y por muchas cosas más, me gustaría que sin apasionamiento, sin politiquería barata, y sobre todo, sin prejuicios, se analice si los dominicanos tienen derechos o no de reclamar que en su país impere la justicia.

“El que va tras la justicia y el amor halla vida, prosperidad y honra”, Proverbios, 21-21