Un nuevo liderazgo del PRM en Santiago

Caribbean Digital

SANTIAGO, RD.- Concluidas las elecciones el pasado 20 de mayo del 2016, son pocos los dirigentes que han asumido el liderazgo del Partido Revolucionario Moderno (PRM), ante una militancia en la oposición que demanda la atención de sus principales líderes políticos.

En vez de afianzar su presencia como segunda fuerza política del país, el PRM sigue marcado por disputas internas que afectaron el transcurrido proceso electoral. El partido se ha quedado rezagado  en la provincia de Santiago, con escasas  excepciones.

Al PRM le convendría que quienes ejerzan el liderazgo para futuras contiendas electorales sean personas con un mayor grado de aprobación dentro de su propia militancia. No puede ésta ni otra entidad política pretender sumar adeptos si desde afuera se observa un comportamiento no correspondido con los aliados que están dentro.

Sin restarles méritos a los demás dirigentes del PRM en la provincia de Santiago, el partido, si quiere demostrar modernidad para el futuro, tendrá que contar con sangre nueva que asuman el liderazgo.

En ese sentido, el  Benjamín del grupo, el diputado Robinson Díaz, un joven empresario y emprendedor, emerge con su trabajo político en su circunscripción electoral y sin abrirse frente con la dirigencia y militancia perremeista, como la figura fresca y talentosa que podría escalar a la jerarquía del partido en Santiago.

El PRM, sin importar los candidatos,  no puede darse el lujo de volver a unas elecciones en medio de turbulencias internas.

Robinson Díaz, a pesar de su afiliación a un sector específico dentro del PRM, tiene como ventajas para estar en las filas de la máxima dirigencia del partido,  que se maneja con respeto y prudencia ante la dirigencia y militancia de los demás grupos de la misma organización política.

Pero sin importar que sea o no Díaz quien represente al PRM, el partido no puede continuar con una dirigencia ajena a su militancia y mucho menos a las necesidades del pueblo que  ve en ese partido otro porvenir de la nación, como quedó demostrado en las pasadas elecciones presidenciales.