Un enfermero de Texas que asesinaba a pacientes durante la noche fue condenado a la pena de muerte

Caribbean Digital

William George Davis, un enfermero de Texas, Estados Unidos fue condenado a pena de muerte después de que las autoridades lo encontraron responsable de inyectar aire a cuatro pacientes durante el turno nocturno.

De acuerdo con las investigaciones, el hombre solía ocultarse en la noche para ingresar a las habitaciones y ejecutar la acción sin que nadie lo notara.

Fue tras los casos y muertes que el personal del hospital decidió denunciar al sujeto en 2018 y en consecuencia, fue despedido.

En abril de ese año, Davis fue detenido y debía pagar una fianza de más de 8 millones de dólares para ser libre, de acuerdo con el medio loca, “The Morning Telegraph” sin embargo, el juicio inicio y él siguió capturado.

Pero en las audiencias, el enfermero no aceptó los cargos y desistió de ir al estrado para testificar.

De acuerdo con cadena de noticias CBS, el abogado de Davis, sostuvo que su cliente estaba “en el lugar y momento equivocado” y sostuvo que las cuatro personas murieron en el hospital, de igual forma, dijo: “No sé si hay alguna evidencia que demuestre que fue un juego sucio.”

Por su parte, el fiscal Putnam presentó las pruebas en su contra y aseveró que Davis “no tiene razones para actuar así, lo hace porque le gusta”.

Sin embargo, el juicio contó con el testimonio de otros médicos y expertos, quienes dijeron que la inyección de aire les causó a las víctimas lesiones cerebrales y, finalmente, la muerte.

Por su parte, el doctor William Yarbrough, neumólogo del área de Dallas y profesor de medicina interna, agregó que era una situación que nunca había visto en su trayectoria. El fiscal puntualizó: “Se merece la pena de muerte y la ley apoya la pena de muerte.”

En este contexto, el juez lo declaró culpable y aún no se define la fecha de su ejecución.

El enfermero que se convirtió en un asesino serial

Los hechos ocurrieron en 2017 en el Christus Trinity Mother Frances Hospital en Tyler, al este de Texas, cuando William George Davis, de 37 años, inyectó a cuatro pacientes que se recuperaban de una cirugía cardíaca con aire causándoles la muerte.

El hombre fue captado por algunas cámaras de seguridad del hospital cuando entraba a las habitaciones, en total se calcula que fueron siete sus víctimas, sin embargo, cuatro de ellas murieron.

Las víctimas del enfermero fueron: John Lafferty, Ronald Clark, Christopher Greenway y Joseph Kalina.

“Un hospital es el lugar perfecto para que un asesino en serie se esconda”, dijo Putnam.

El abogado defensor Phillip Hayes describió a Davis como una víctima inocente de las circunstancias.

Hayes también afirmó que los accidentes cerebrovasculares no eran casos infrecuentes en las unidades de cuidados intensivos, donde los cuatro pacientes estaban recibiendo atención.

Davis fue detenido en 2018, pero su juicio se retrasó debido a la pandemia del COVID-19.

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