Domingo Hernández
El tercer combate entre el inglès Tyson Fury y el norteamericano Deontay Wilder està previsto para el próximo 9 del presente mes.
El mismo tendrá como escenario el T-Mobile Arena de Las Vegas, Nevada, y se disputarà el campeonato mundial de los pesados, avalado por el Consejo Mundial de Boxeo –CMB-, en poder del británico.
El duelo se ha pospuesto en varias ocasiones por motivos diferentes, incluido el hecho de que Fury se vio afectado del Covid -19 hace poco.
Contrario a las dos peleas anteriores, las expectativas no son tantas en esta ocasión, pues las apuestas estarán a favor de Fury.
Esto asì, por la superioridad que exhibió en su enfrentamiento anterior ante Wilder, celebrado en febrero del 2020, cuando noqueò en siete asaltos al estadounidense, en cuyo trayecto lo dominò prácticamente a su antojo.
Cabe señalar que el primer duelo entre ambos, celebrado en diciembre del 2018, terminò en empate y resultò trepidante y espectacular, en donde inclusive, Fury visitò dos veces la lona, pero, en sentido general, una buena cantidad de críticos y fanáticos, aùn asì, lo vio ganar.
En esta oportunidad, se ha observado a un Wilder muy distinto al de todos sus anteriores pleitos.
Ocurre, que èl se ha caracterizado siempre por ser hablativo, le gusta intimidar a sus rivales antes de subir al ring y pronosticar el resultado de sus peleas, similar a lo que fue el inmenso Muhammad Ali. Ese ha sido su estilo relativamente durante toda su carrera.
Sin embargo, para este compromiso ha estado en silencio en comparación con lo que ha sido su característica habitual.Se ha estado preparanto en su campo de entrenamiento sin hablar.Y eso ha despertado cierta suspicacia en la crìtica.
¿Què ha pasado con èl…? Despuès de su humillante derrota ante Fury –la única que ha sufrido, en cambio exhibe 42 triunfos,con 41 nocauts y un empate- ha cambiado, se ha puesto humilde y ahora tiene màs “los pies sobre la tierra”…?
No se sabe realmente a què obedece esa rara actitud en èl.Ojalà que haya rectificado y cambiado su forma de ser después de ese revés y que en lugar de la arrogancia que siempre exhibìa previo a sus compromisos, se convierta en otra persona màs sencilla, eso incluso podría ganarle simpatía.
De hecho, ahora le conviene este tipo de comportamiento, pues no saldrá favorito frente a un Fury que vendrà mucho màs confiado y que ha demostrado ser el mejor de la división en los últimos tiempos, en la cual, hasta ahora, ha sido invencible, ya que aùn no conoce la derrota en 32 salidas, con31 triunfos, 21 por la vìa rápida, y un empate.
De ahì, el que asumir una actitud discreta y hablar con sus puños encima del ring, es lo mejor para èl. Que conste, ahora Deontay Wilder està obligado a ganar y en deuda con su pueblo, pues una nueva derrota ante Fury, probablemente habrá de representar un golpe catastrófico para su carrera, del que quizás, no logre recuperarse. Ya veremos. PARA QUE LO APRENDAS O LO RECUERDES: Ha propósito de Wilder, es oportuno decir que èste fue medallista de bronce en las olimpìadas de Beijing, China, en el 2008, en representación del equipo norteamericano de entonces y que fue el único en conseguir una presea en boxeo para su país. En otras palabras, salvò el honor de los norteamericanos en este deporte.¡Suena la campana!!Climmp!.