Caribbean Digital
AGENCIA AP.- El espacio aéreo en los alrededores de Washington, D.C., es congestionado y complejo, una combinación que los expertos temen desde hace tiempo que pudiera derivar en una catástrofe.
Esos temores se materializaron el miércoles por la noche, cuando un avión de American Airlines chocó contra un helicóptero militar, cobrando la vida de 67 personas, incluidos tres soldados y más de una docena de patinadores artísticos.
Incluso en condiciones óptimas de vuelo, señalaron los expertos, el espacio aéreoalrededor del Aeropuerto Nacional Ronald Reagan puede ser un reto para los pilotos más experimentados, quienes tienen que navegar entre cientos de otros aviones comerciales, aeronaves militaresy áreas restringidas alrededor de sitios delicados.
«Esto era un desastre que aguardaba para ocurrir», observó Ross Aimer, un capitán retirado de United Airlines y director general de la empresa Aero Consulting Experts. «Aquellos de nosotros que hemos estado en esto durante mucho tiempo hemos estado gritando al vacío que algo así sucedería, porque nuestros sistemas se encuentran al límite».
Hasta el momento no había información sobre la causa de la colisión, pero funcionarios indicaron que las condiciones de vuelo eran despejadas cuando el jet llegó desde Wichita, Kansas. Los investigadores ya han comenzado a examinar cada aspecto del choque, incluidas interrogantes sobre por qué el helicóptero Black Hawk del Ejército estaba 30 metros (100 pies) por encima de su altitud permitida y si la torre de control de tráfico aéreo estaba debidamente dotada de personal. Un informe de la Administración Federal de Aviaciónobtenido por The Associated Press señaló que los niveles de personal eran «no normales para la hora del día y el volumen de tráfico».
Mientras las autoridades reconstruyen el choque aéreo más mortal en Estados Unidos desde 2001, la tragedia ha suscitado nuevas preocupaciones sobre lospeligros específicos en el aeropuerto Nacional Reagan, en el que en los últimos años ha habido una serie de incidentes en los que aeronaves estuvieron a punto de chocar. Expertos y algunos legisladores dijeron que están preocupados de que el espacio aéreo esté a punto de tornarse más congestionado, luego de la decisión del Congreso el año pasado de aliviar las restricciones que habían limitado al aeropuerto a vuelos sin escalas en un radio de 2.012 kilómetros (1.250 millas) de Washington, con pocas excepciones.
Los legisladores permitieron a las aerolíneas lanzar nuevas rutas a destinos como Seattle y San Francisco. El plan generó un intenso debate sobre la congestión frente a la comodidad. Algunos legisladores celebraban que había nuevos vuelos a sus estados de origen, mientras que otros advertían de una posible tragedia. El vuelo que se estrelló el miércoles no formaba parte de la expansión. Fue añadido por American Airlines en enero del año pasado luego de que algunos legisladores de Kansas presionaron para que hubiera más servicio entre el aeropuerto Nacional Reagan y Wichita.