“Tener una buena familia me mantiene con los pies sobre la tierra”

Tiene 18 años y como todas las jóvenes americanas de su edad ha cerrado una etapa en su vida con su graduación. Solo que ella tuvo que perderse el baile porque tenía un estreno en Cannes. Es el último de una larga carrera cinematográfica que comenzó muy pronto. Elle Fanning debutó en el cine a los dos años y lo hizo por todo lo alto: junto a Sean Penn y Michelle Pfeiffer en ‘Yo soy Sam’. En la cinta interpretaba a Lucy en sus primeros años de vida. Su hermana, Dakota Fanning, daba vida en la cinta a la misma niña, pero a los seis años.

Dakota le abrió las puertas del cine y le ha brindado la ayuda necesaria para moverse en Hollywood, aunque ambas han tenido que ir aprendiendo mientras crecían, puesto que sus padres, una tenista y un comerciante, no eran ni mucho menos expertos en el séptimo arte. Pero las dos han logrado triunfar y en el transcurso de estos años a Elle le ha dado tiempo a grabar más de una veintena de películas.

Ahora tiene seis proyectos en marcha y estos días estrena ‘The Neon Demon’, una cinta que paseó por Cannes y que acaba de aterrizar en el Festival de Sitges con buenas críticas. En este trabajo, Fanning ha puesto su talento a las órdenes de Nicolas Winding Refn para mostrar a una joven cándida que llega a Los Ángeles con la intención de ser modelo. Charlamos con ella sobre esta cinta y cómo es ser adolescente en las colinas de la meca del cine.

Corazón Su hermana fue la primera de la familia en ponerse a hacer cine. ¿Influye la opinión de Dakota en sus decisiones profesionales?

Elle Fanning Mi hermana empezó antes y en cierta forma, me marcó el camino. La hermana pequeña siempre quiere hacer lo que hace la mayor, pero mantenemos nuestros trabajos completamente separados. En esta última película, The Neon Demon, ni siquiera leyó el guion. La vio hace poco y le encantó.

C. ¿Tener una hermana que ya ha recorrido ese camino ayuda a evitar algunos de los problemas que tienen otros adolescentes famosos?

E.F. Sí. Los Ángeles tiene un lado muy seductor pero no solo es un lugar de trabajo: es mi hogar. Allí tengo una vida corriente, como cualquier otro adolescente, en una escuela normal… Aunque me acabo de graduar.

C. Hollywood parece un lugar bastante competitivo y hay quien asegura que especialmente entre las actrices. ¿Es así o solo es una leyenda urbana?

E.F. En el ambiente femenino hay muchísimo apoyo. Cuando nos reunimos entre chicas siempre es algo especial. El estereotipo de las mujeres que trabajan juntas y no paran de herirse detrás de cámaras no es real. Deberíamos borrarlo por completo porque es una fantasía. No hay razón para que la gente crea que existe semejante competencia cuando no la hay.

C. ¿Cómo logra llevar una vida normal en una ciudad como Los Ángeles?

E.F. Pues, por ejemplo, todavía vivo con mis padres. Creo que el hecho de tener una buena familia también me mantiene con los pies en la tierra. De la misma forma que algunas de mis amigas practican fútbol y tienen que jugar algún partido después de la escuela, yo trabajo en el cine. Es mi actividad extraescolar (risas).

C. ¿Grabar una película es parecido a un partido de fútbol entre amigos?

E.F. E.F. Puede ser que pase bastante tiempo grabando una película en un estudio, pero cuando vuelvo a casa… Durante el día puedo estar pensando en mis personajes, pero en casa también tengo mi vida personal.

C. ¿Mientras grababa ‘The Neon Demon’ seguía yendo a la escuela?

E.F. Sí, a la misma a la que he asistido desde que tenía nueve años. Y mientras grababa, una profesora venía conmigo. La escuela le daba todo lo que yo tenía que estudiar para poder estar al día y trabajar al mismo tiempo

C. ¿Es difícil mantener la normalidad y seguir siendo una adolescente en un mundo tan adulto como Hollywood?

E.F. Trato de separar. Mi vida no es el cine todo el tiempo. Hay momentos diferentes, como tener mi graduación un día y al día siguiente, un estreno en Cannes. Siempre ha sido así, pero tengo la suerte de estar dedicándome a lo que quiero continuar haciendo el resto de mi vida. Y es bueno haber empezado tan joven, porque solo puedo seguir mejorando. Aunque tampoco entiendo a la gente que vive todo el tiempo en el mundo del cine. Yo no podría hacerlo, es demasiado intenso. Creo que es bueno escaparte un poco, apartar todo y comportarte de manera normal.

C. Así que no pudo ir a su fiesta de graduación porque estrenaba ‘The Neon Demon’ en Cannes.

E.F. Sí, pero pude llevar conmigo en el avión a la cita que iba a estar conmigo en la fiesta de graduación…

C. ¿Y cómo fue esa experiencia?

E.F. E.F. Era la primera vez que estaba en Cannes. Fue emocionante con tantas fiestas justo al mes de haber cumplido 18 años. En cierta forma, me sentí como mi personaje en la película, pero yo trato de evitar el lado oscuro de ese mundo.

C. ¿No tuvo fiesta de graduación cuando volvió a Los Ángeles?

E.F. Para entonces ya había ido a otras tres fiestas de graduación y hubiera sido demasiado.

C. C. Ha comentado que su hermana había visto The Neon Demon y que le ha encantado

E.F. E.F. Sí, me dijo que se sintió enferma cuando la vio, así que yo pensé: «¡Eso es bueno!» (risas).

C. ¿Le parece que es una película que funcionará entre los adolescentes?

E.F. Bueno, al menos mis amigos van a ir a verla. Están entusiasmados. Creo que es una película para gente joven.

C. ¿Se identifica con su personaje en la película? Se supone que es alguien que consigue mucho éxito, por su talento natural sin esfuerzo.

E.F. Yo empecé en el cine con dos años, así que es algo que he hecho toda la vida y lo amo. Nací en Georgia y eso lo incorporamos a la historia. Además, creo que, como mi personaje, de alguna manera, también soy esa jovencita que se mudó de un pueblecito a una enorme ciudad como Los Ángeles.

C. ¿Qué es lo que más le ha gustado de este papel?

E.F. Siempre trato de buscar personajes interesantes y este es el más tenebroso que he tenido hasta ahora. Desde fuera puedo verme como una persona muy feliz, pero por dentro todos tenemos un lado bueno y otro malo, y es divertido explorarlo. Fue increíble ver como mi personaje cambiaba hasta al punto de recrear sus recuerdos mostrándose una completa narcisista.

C. ¿Cree que su personaje tiene un lado diabólico?

E.F. Probablemente sea el más diabólico de todos. Quisimos presentarla como a Dorothy cuando llega al mundo del Mago de Oz, pero como si fuera diabólica, porque Jesse es el veneno tóxico que corrompe todo lo demás. Parece que nace una estrella, pero es algo que ella tenía planeado, aprovechar su juventud y su aparente inocencia como máscara para esconder su verdadera personalidad. Ese fue el mayor desafío, porque, además, la mostramos más tenebrosa de lo que aparecía en el guion original. Grabamos en orden cronológico y hubo muchos cambios por lo que tuve que enfrentarme al miedo de no saber lo que podía pasar. Hubo días en los que el director incluso me preguntó: «¿Qué te gustaría hacer hoy?». Nunca antes había sentido tanta libertad en una película.

C. Parafraseando el título de su película, ¿cree que Hollywood puede ser un demonio de neón?

E.F. Sí, yo creo que Los Ángeles podría ser una especie de demonio de neón. La ciudad tiene tanto glamur que te atrapa y no te deja salir (risas).

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