Solidaridad Fronteriza cumple 14 años defendiendo y promoviendo los derechos humanos

JOSE LUIS FERNANDEZ

Especial/Caribbean Digital

Dajabón, R.D.En medio una concurrida asistencia de organizaciones e instituciones y personalidades invitadas, Solidaridad Fronteriza (SF) celebró sus 14 años de trabajo social en  la defensa y promoción de los derechos humanos ininterrumpido en Dajabón, uniéndose este año 2011,  a los 75 años del establecimiento de los jesuitas en la frontera norte. Además, ejecuta desde hace 6 años   varios proyectos  de seguridad agroalimentaria con las asociaciones campesinas y de productores del bosque, del Municipio de Restauración.

Vista de la celebración.

La organización social, que se fundará en el año de 1997, a partir de las luchas campesinas por las tierras de Sanché, hoy tiene los departamentos de sociedad civil y de migrantes que acompañan a los grupos en sus procesos de organización, educación, demandas, denuncias, luchas, y de la producción sostenible de alimentos para las familias que habitan la parte de la frontera norte.

Para el sacerdote y director de la institución, Regino  Martínez Bretón, SF está cumpliendo una misión fundamental como es, el acompañamiento a las organizaciones de trabajadores/as migrantes, barriales, de mujeres, campesinas, del bosque, y otras comunitarias de los pueblos y provincias de la frontera norte.

La existencia de SF en Dajabón, dijo ha sido una garantía de que casos flagrantes de violación de los Derechos Humanos se conozcan en el país y fuera de aquí, “todo ello bajo el principio de amar, servir, promover y defender los derechos de los empobrecidos y demás sectores afectados por la falta de la voluntad política de los funcionarios”, destacó.

Así también, el padre Martínez Bretón informó que Solidaridad Fronteriza, a través del departamento de sociedad civil,  viene ejecutando desde hace 6 años,  varios proyectos  de seguridad agroalimentaria con las asociaciones campesinas y de productores del bosque, Municipio de Restauración.

“Se puede aprovechar la madera sin destruir el área bosque, protegiendo las zonas húmedas de las lomas de las comunidades, las cuales ayudan al caudal de los ríos de la frontera”, señaló el director de la institución jesuita.