Silvio Rodríguez a Rubén Blades: “Es obvio que no pensamos igual sobre lo que está pasando Venezuela”

Caribbean Digital

Rubén (no te respondo en tu página porque no encontré como):

Es una pena que haya ocurrido esta confusión con el escrito de Guillermo (aclarada por mi hace 5 años) y más penoso aún que la redundancia te pueda parecer manipulación. Yo soy de los que siempre han admirado al creador que eres y reconozco los incuestionables aportes que has hecho a la canción bailable.

Por otra parte, es obvio que no pensamos igual sobre lo que está pasando Venezuela. Tú piensas que ese país hermano tiene dos presidentes, yo sólo veo a uno: a Nicolás Maduro. El otro es un presidente autoproclamado y en gran medida sostenido desde afuera, una maniobra de presión para desacreditar al gobierno que más elecciones ha hecho en Nuestra América; también para conseguir que los militares incumplan su compromiso patriótico y cedan al clarísimo chantaje que les han hecho repetidamente varios congresistas norteamericanos y, hace sólo unas horas, el mismísimo Presidente de EE.UU.

Venezuela es un país que ha venido sufriendo una progresiva asfixia económica, como Cuba, pero carga con la suerte-desgracia de tener una de las reservas petrolíferas más grandes del mundo; por esa razón los que acabaron con Irak, Libia y Siria van ahora a por ella. Para colmo los venezolanos se han atrevido a hacer tratos comerciales con China y con Rusia, cosa que evidentemente pone muy nervioso al tiburón.

Yo soy crítico con la realidad cubana porque la conozco, pero me cuido de opinar sobre lo ajeno, más cuando los círculos de poder despliegan tanta propaganda y hay tantos intereses confundiendo. Es obvio que Venezuela está dividida, pero creo que son los venezolanos quienes deben conversar sus diferencias y resolverlas, sin ningún tipo de presión. Creo que las presiones indignan, y en vez de conducir a la solución de los problemas, avivan las tensiones. No es sólo la paz de Venezuela lo que está en peligro. Qué pena que algunos no se den cuenta del incendio terrible que está en juego.

Qué vivan siempre las sardinas, Rubén. Muy buena suerte en todo.

Silvio

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