Seguir a Dios es un reto de valientes

José Alfredo Espinal

Editor/Caribbean Digital

SANTIAGO, RD.- Con frecuencia se sabe de personas que lo tienen todo.

Vehículos lujosos, casas, fama y dinero, mujeres, yates, y viajan por todo el mundo disfrutando de la “buena vida y de los placeres”.

Te aconsejo que vengas a Dios ahora
Te aconsejo que vengas a Dios ahora

Pero no son felices. ¿Por qué?.

En el corazón de esa persona hace falta lo más importante para un ser humano. Dios.

No es un cuento el hecho de que hay personas que económicamente son muy pobres y viven más en plenitud que los ricos porque tienen a Jesucristo en su corazón, como guía de su vida y de toda su familia y de su entorno.

Lo que pasa es que desprenderse de una vida desenfrenada, arropada por las drogas, la arrogancia, las infidelidades, los celos, las borracheras, el engaño y la mentira no es tan fácil lograrlo.

Es mejor para muchos irse al mundo que buscar de Dios y echar atrás esos deseos de la carne que le llevan a la tumba, y lo peor, al infierno.

Andar por el camino de Dios nos resulta difícil porque arrastramos un viejo hombre, sin embargo, te propongo que lo intentes para que veas lo gratificante que es el cambio, a pesar de las pruebas que deberás pasar.

Pruebas que te encuentras en cualquier lugar. Muchas veces las encuentras en tu casa, en tu familia, en el trabajo, en las amistadas, en todas partes.

Pero no le pares. Nadie ha dicho que ganarse la gloria es fácil. Así que ven ahora al camino que nos conduce a Dios.

Echa a un lado esas excusas, tales como: “Mas tarde voy a arrepentirme de mis pecados porque todavía estoy muy joven. Posiblemente, cuando consiga un buen trabajo, me compre una casa y tenga mi familia me convierto al evangelio.

Hay tiempo todavía. Nunca es tarde para arrepentirse”.

Esas son trabas del Diablo para que no vengas al camino de Dios.

Te aconsejo que vengas ahora.

Aquí, en el camino de Jesucristo encontrarás esa felicidad real que no pudiste tener en la calle, aquella que todo el dinero del mundo no pudo regalarte. Aquella felicidad plena que solo Dios la da, porque a pesar de las pruebas el Señor nunca nos deja solo.

Ahora te dejo este hermoso versículo bíblico

“Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces”. Jeremías, 33:3.

VER VIDEO: http://www.youtube.com/watch?v=VPJTdXw56F8&feature=youtu.be