Ryan García sorprendió a todos…

Domingo  Hernández

Contra todos los pronósticos el púgil méxico-norteamericano Ryan García venció de manera convincente al estadounidense Devin Haney, en pleito celebrado el pasado sábado, en el Barclays Center de Brooklyn, Nueva York.

García pulvenizó todos los vaticinios en su contra –incluido el de quien suscribe- al vencer por decisión mayoritaria –inexplicablemente un juez votó empate (112-112, los otros dos lo vieron ganar 115-109 y 114-110- y de paso dar la que bien desde ya podría considerarse la “sorpresa del año”.

Pocos, muy pocos, sólo el mismo quizás –y Oscar de la Hoya y Bernard Hopkins, sus promotores- confiaban en el triunfo de García.

Esto así, porque Haney, hasta ese momento invicto en 31-0, con 15 nocauts, había demostrado a lo largo de su carrera una incuestionable calidad, enfrentado a mejores boxeadores, ganando títulos mundiales en dos pesos diferentes y  en algunos rankings estaba colocado como número cinco entre los mejores boxeares libra por libra del momento- incluso en las apuestas en Las Vegas era favorito -800-.

Si acaso alguna posibilidad se le daba a García, era con relación a su pegada y la opción de que pudiese noquear a Haney, en razón de su superior poder (20 victorias por la vía rápida de las  24 que había logrado).

Y ciertamente eso fue lo que hizo valer García en su combate ante Haney. Su poder. Su triunfo de hecho, se puede sintetizar en tres elementos:Más peso, mayor poderío y una muy buena estrategia.

En efecto, García desde el mismo primer asalto comenzó a imponer respeta tras conectar un sólido gancho de izquierda –su mejor arma- que hizo trastrabillar a Haney quien por poco se va a la lona.

A partir de ahí, Haney comenzó a desarticularse mentalmente y a verse sin plan definido de pelea, mientras García imponía respeto. En el séptimo, ese mismo gancho de izquierda, lastimó seriamente a Haney, el cual combinó con una derecha corta para enviar a la lona en malas condiciones a Haney, quien inclusive fue protegido por el árbitro –en ese momento y otros del trayecto de la contienda-

En el décimo round, García volvió a tumbar a Haney con una combinación, quien se levantó de la lona, pero lucía muy golpeado y, tal y como hizo en el séptimo, logró terminar de pie ese asalto, en base a abrazarse constantemente.

En el penúltimo capítulo, García volvió a tumbar a Haney, esta vez con el mismo gancho de izquierda, aunque el méxico-estadounidense no pudo nunca dar el golpe definitivo que le diera el triunfo por la vía rápida. García aminoró su ritmo en el último y doceavo asalto y se dedicó a payasear quizás para no arriesgarse. Empero, el daño estaba hecho y su triunfo se veía claro.

Dio la impresión de que Haney, lo que aspiraba era terminar de pie las acciones. Y ese fue su mérito, pues sin discusión  se llevó la paliza de su vida. Nadie había golpeado tanto a Haney como lo hizo García, quien, dicho sea de paso, hizo la mejor pelea de su carrera, si se toma en cuenta el nivel del rival al que venció.

García, quien ejecutó a la perfección su padrón de combate diseñado por su entrenador, Derrick James, contrario a los días previos al choque, encima del ring se vio enfocado, fuerte, rápido y contundente en su golpeo.

Por lo regular fue el hombre de la presión constante, pero por momentos también boxeaba a los laterales, se movía, bloqueaba los golpes de Haney y le hacía un blanco difícil. Haney se quedó sin recursos, se vio inefectivo y totalmente desarticulado, sin plan de pelea. En otras palabras decepcionó, no fue ni la sombra del gran boxeador que había sido en sus anteriores compromisos.

García, que se pasó de peso y debió pagar más de un millón de dólares a su rival por las libras del total de los 30 millones que ganó, se reivindicó.Se vio superado boxísticamente hablando, aunque todavía  acusa algunos defectos, mejoró su defensa y logró conectar con mayor precisión sus golpes de poder, que resultaron letales para sacar de competencia a Haney.

Su victoria le permite comenzar a mejorar su imagen y le abre las puertas para meterse en la élite del pugilismo. Ahora en las 147 libras porque evidentemente no puede hacer las 140, categoría ésta, los welters, en donde podría recibir una oportunidad titular.

El título de Haney, avalado por el Consejo Mundial de Boxeo –CMB- queda vacante, ya que García no pudo competir por él porque no hizo el límite de la división. Es posible que ahora el español Sandor Martín entre en una eliminatoria en la que podría participar el propio Haney u otro de los primeros retadores.

El revés para Haney resulta doloroso y prácticamente lo desvincula del dinero y de las grandes peleas, en términos de recibir pagas millonarias. Su prestigio descendió considerablemente. Una lástima.