Por: Rafael A. Escotto
«La obra de arte es ante todo un proceso de creación« Paul Klee
En la pintura interpretativa postmodernista de Antonio Guadalupe encontramos mucho del artista abstracto estadounidense Jonathan Lasker. Dice este afamado pintor, premio Nacional para las Artes del (National Endowment for the Arts) : «Mi objetivo es llevar al espectador al estado puro pictórico«
Al parecer en esta muestra en el Centro de Convenciones y Cultura Dominicana-UTESA de Santiago, el artista Antonio Guadalupe buscó y halló aquello intangible que impulsa todo acto creativo. Hay en la pintura de Guadalupe una visión de espacio expresado en la teoría cartesiana medida por distancia, tamaño y figura considerada también por Descartes.
Esta grandiosa exposición de Antonio Guadalupe la noche del martes 14 de Agosto, me transportó inesperadamente a aquella pintura interpretativa del religioso Franciscano Miguel Castellanos Soto donde se observaron pinturas producto de la imaginación del artista que expresa por medio de su pincel extraordinario lo que él intuye en cada texto.
Leyendo un estupendo trabajo que escribió la mexicana Mónica Uribe Flores titulado: La interpretación Estética como experiencia del arte, esta se pregunta sobre la «posibilidad de una interpretación de la obra de arte que no omita la relevancia fundamental de la experiencia estética«. En esta obra del artista dominicano hay indudablemente una propuesta filosófica, como dice Uribe Flores, «que trata de reconciliar dos modos o técnicas de entender la experiencia del arte contrapuesto«.
En la admirable obra de Guadalupe me sorprendió gratamente cuanto pude descubrir en cada uno de sus cuadros los colores y la armonía formidablemente lograda en su pintura. Unos ojos y unas figuras imprecisas que no tienen nada de real creadas de formas, colores e intensidad de un mundo de signos indescifrables que persiguen al espectador a lo largo de su interesante producción.
A través de sus lienzos el artista trata de descubrir las diferentes corrientes o riquezas culturales y raciales, con sus similitudes, tonalidades y contradicciones reflejadas a través de juegos interpretativos. Imagino que en esta muestra que nos ha traído a Santiago Antonio Guadalupe el maestro intenta decirnos mucho sobre los misterios de nuestra historia y de nuestra raza. En esta obra me atrevería decir que Guadalupe al igual que Van Gogh, habrá dicho: «Sueño mi pintura y pinto mis sueños«
No obstante, cuando trato de penetrar a la pintura de Guadalupe me da en pensar que en algún momento este artista habrá entrado aunque sea de manera discreta al Libro de las religiones del escritor noruego Jostein Gaarder, porque para poder construir Dialogo de Fauna, Sol y Agua el artista debió tener una visión de vida, por ese «extraño sueño que tiene en la cabeza«.
Con esta exposición Guadalupe nos ha presentado un amplísimo campo de estudio que permite de manera conceptual articular rutas integradoras y amplias para comprender los distintos niveles de Dialogo de fauna entre los conocimientos y su construcción de circunstancias históricas.
El campo explorado por Antonio Guadalupe en sus obras debería ser estudiado desde la etnociencia o lo que Freud llamó «zona del inconsciente«. Al parecer Guadalupe en esta obra pictórica ha penetrado maravillosamente la zona de los reflejos sublimes que busca todo artista.
En «Dialogo de fauna, Sol y agua« existe un lenguaje consciente, poético al estilo Rimbaud, el poeta francés maldito, al decir de Paul Vertaine, que le permitió al artista crear una pintura fantástica. Esta creación de Guadalupe podría sucederle como la Era Axial de Jaspers, que será recordada porque hombres fabulosos como Zaratustra o como Platón, pintaron con su pluma y con su verbo las escenas más inconfundibles de su tiempo.
Debo agregar a este análisis sobre la obra pictórica de Antonio Guadalupe, Dialogo de Fauna, Sol y Agua, algo que expresara Juan José Angulo de la Calle, en su excelente obra La sublimidad en arte y vida que: «El juicio de belleza es un juicio de gusto o de sentimiento en el que se logra el disfrute ante la contemplación de parte de la realidad articulando sensaciones bajo formas armónicas y ordenadas«.
Después de todo lo expresado en este trabajo, me atrevo a decir que esta exposición de Guadalupe se encuentra con la conceptualización del filósofo, humorista grafico y articulista español Angulo de la Calle. El esplendor y hermosura pictórica de la obra Dialogo de fauna, Sol y Agua de Antonio Guadalupe nos obliga a preguntarnos ¿qué falta cuando la pintura lo dice todo?.