Pelando para que otro chupe

José Alfredo Espinal

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Desde la división del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), un grupo de dirigentes ha venido trabajando fuertemente, primero por la creación del Partido Revolucionario Moderno (PRM), que finalmente, en pocos años la convirtieron en la principal organización de oposición en el país y desde allí han venido empujando hasta ver convertido hoy presidente a Luis Abinader.

Ese esfuerzo, sin embargo, a veces poco importa, una vez se ha logrado el objetivo, que es conquistar el Gobierno.

Es entendido que Abinader ganó la Presidencia por varios factores. Necesariamente no fue solamente con el apoyo del PRM; el respaldo de la sociedad civil y el desgaste del Gobierno del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), también contribuyeron a la victoria.

No obstante, un candidato de un partido x, en este caso el PRM y el nuevo jefe de Estado, Luis Abinader, no hubiesen salido airosos del proceso electoral del pasado 5 de julio si no hubiera sido por ese gran trabajo de hombres y mujeres perremeístas que una vez finalizado el certamen electoral se han quedado como el chinero (pelando para que otro chupe), mientras otros que pocas veces sudaron ya están instalados donde se guisa. No debería ser así.

Sin una estructura política trabajadora y decidida a darlo todo en las urnas no hay candidato que pueda ganar las elecciones, sin importar el apoyo extra.

Y, aunque la Constitucion permite al nuevo presidente, si así lo deseara, reelegirse en el 2024, es bueno recordar que no se gana solamente con ese aval que le otorga la carta magna, sino con los mismos hombres y mujeres que ayudaron para que lograra la primera victoria. De lo contrario, se repetiría la historia del 2004. Y después, 16 años fuera del poder o quien sabe cuántos más…

Ese criterio no es solo nuestro; si hicieran una encuesta al respecto a lo mejor me haya quedado corto.

Aún hay tiempo; esto apenas inicia…