Participación digna…

Por Domingo Hernández
Cuando la República Dominicana partió a China  para  su participación al Mundial de Basket, no hubo relativamente expectativas respecto a sus posibilidades de éxito.
Incluso, nadie le dio probabilidad de pasar a una segunda fase en el exigente certamen universal.
No obstante, contra todos los pronósticos el seleccionado nacional logró clasificar a la segunda ronda y  de un lugar número 28 que le dio en la clasificación la Federación Internacional de Baloncesto -FIBA-, se colocó en el puesto 16 entre los mejores del mundo, tras vencer sorpresivamente al poderoso equipo de Alemania.
A ello se agrega el hecho, de haber logrado clasificar al Repechaje del próximo año con miras a alcanzar la clasificación a los Juegos Olímpicos Tokio 2020, tras concluir con récord de 2-3 en la justa universal. No hay dudas de que, si evaluamos esa actuación, hay necesariamente que colegir en que fue digna. Muy por encima del más optimista de los pronósticos. Sin discusión, avanza nuestro baloncesto.
Los méritos
Los méritos, empero, no son sólo de los jugadores, que se entregaron por entero, sino también de todo el cuerpo técnico que encabezó el entrenador argentino Néstor -Che-García y de la actual directiva de la Federación Dominicana de Baloncesto -FEDOMBAL-, que lidera el ingeniero Rafael Uribe.
Fue un trabajo en conjunto que conllevó varios meses de sacrificio y de consagración en favor de un propósito: Dar lo mejor de lo mejor en el Mundial  y lograr una participación honrosa, lo que realmente se logró, a juzgar por los resultados y por el consenso generalizado de los expertos.
Ahora bien, ¿La labor del Che García llegó hasta ahí…? ¿No hay la intención de mantenerlo al frente del equipo nacional…?
Las preguntas son prudentes e importantes porque, a juzgar por una entrevista que concedió García después del último partido ante Lituania, dio la impresión de que ya su compromiso había terminado, que su contrato concluyó cuando terminó el Mundial para el representativo nacional.
De ser así, entendemos que lo más acertado es mantener este hombre al frente del conjunto, en razón de la gran capacidad que mostró, su cabal profesionalismo, del admirable trabajo que hizo y de los logros obtenidos en el corto período en que se integró a sus funciones. Dejarlo fuera sería dar al traste con un proyecto que a todas luces ha sido exitoso y que, en caso contrario, bien podría representar un desacierto.
 Esto, sobre todo, si se quiere seguir con el fructífero proceso  iniciado. De todas formas, hay que esperar. ESQUINITAS-. Dice un refrán muy dominicano que, «para salvarse uno, tiene que joderse el otro». Aunque en nada resulta agradable que Venezuela no pueda celebrar este año su tradicional torneo de béisbol profesional, por la medida tomada en su contra por el Gobierno de los Estados Unidos y MLB -por motivos políticos-, ello podría favorecer a la Liga Dominicana, debido a que esos jugadores, venezolanos y de otras naciones, incluidos refuerzos cotizados, pueden encontrar en el país una fuente de trabajo. Esto, lógicamente, vendrá a incrementar la calidad y competencia del venidero certamen, previsto a inaugurar el próximo 12 de octubre. Así es la vida y el deporte… A propósito, Dave Dombrowski, puso a vibrar el año pasado a todo Boston con la conquista de la Serie Mundial, luego de la acertada contratación como dirigente del boricua Alex Cora, hoy, apenas 10 meses después, acaba de ser despedido de su cargo. Las cosas no salieron como se esperaba en esta temporada y se argumenta que le faltó agresividad para contrata a los jugadores necesarios durante la fecha límite de cambio, lo que unido a los malos resultados y las escasas posibilidades de los actuales campeones pasar a la postemporada, propiciaron su destitución. Una lástima. PARA QUE LO APRENDAS O LO RECUERDES: En 1998,    Alex Rodríguez, para entonces con los Merineros de          Seattle, se convirtió en el primer dominicano en lograr el 40-40 (jonrones y bases robadas). En la ocasión, Alex despachó              42  cuadrangulares y se robó       46  bases. !Suena la campana! !Climmp!