Por José A. Toribio
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El día de ocho de mayo de 1884, a instancias del munícipe Ulises Franco Bidó, quedó constituido en Santiago la sociedad “La Progresista del Yaque”, con el objeto de construir en la plaza de armas un parque de recreo, el hoy parque Duarte.
Para el logro de su fin, la sociedad decidió crear una lotería y solicitar el apoyo del gobierno, ayuntamientos y sociedades vecinas, así como del ayuntamiento local, las sociedades y los hombres pudientes y entusiastas de Santiago.
El soporte del cabildo y la comunidad fueron inmediatos. La lotería autorizada por el ayuntamiento el 19 de mayo de 1884, celebró su primer sorteo el 6 de junio siguientey entre sus primeros suscriptores estuvieron el ayuntamiento de Santiago, la sociedad Juventud Mocana y los señores José Manuel Glas, Manuel de Jesús Tavares, Regino Candelario, Miguel Muñoz y Miguel A. Pichardo.
El concurso de particulares, ministros del gobierno, el ayuntamiento y del propio presidente Ulises Heureaux, permitió tener listos en apenas seis meses, bajo la dirección del maestro Onofre de Lora, los cimientos y las paredes del perímetro del que se llamó parque Central.
En diciembre de 1884, el comerciante catalán José Batlle donó el enverjado, en símbolo del agradecimiento al pueblo de Santiago por haber salvado sus mercancías del incendio de su establecimiento comercial en 1883, del que todavía se conservan dos tramos en las calles 30 de Marzo y Del Sol; fue importado desde Inglaterra y se instaló en el verano de 1885.
El diseño del paseo, definido por calles interiores y áreas verdes sobre las que se situaron bancos y faroles estadounidenses, quedó completado en 1886 con una glorieta en madera de dos pisos pedida en el extranjero y montada por el Ing. L.B. Bidwell. Ya para 1889 contaba con alumbrado, provisto por La Progresista del Yaque y subvencionado por el ayuntamiento.
En 1897 se le adicionaron nuevas eras o carós para jardinería – una por cada una de las ocho puertas que tenía entonces – y el presidente Heureaux donó a una sociedad de señoritas cuatro fuentes pedidas a Nueva York para su embellecimiento, importadas a través de la casa comercial de Abelardo Viñas, ornadas con figuras de ángeles y cisnes y alimentadas por agua servida en tuberías conectadas a un tanque elevado en el patio de la residencia de Viñas, contigua la Gobernación, aun antes de que la ciudad tuviese acueducto. Contó también con un meridiano o reloj de sol, construido por el Ing. Federico Llinás.
“La Progresista del Yaque” cedió la regencia del parque al ayuntamiento en 1904. En 1908, acogiendo la propuesta del entonces regidor y director de la Banda Municipal de Música, Ramón Emilio Peralta, se le dotó de una nueva glorieta, encargada a la casa Milliken Brothers de Nueva York y montada por el mecánico y herrero cubano Juan Bautista Creus Venus sobre una base de concreto construida por el entonces ingeniero municipal Luis Bogaert.
Fue bendecida el 16 de agosto de ese año. El 8 de julio de 1913 fue aprobada por el ayuntamiento la resolución por la que se le designó con el nombre del Padre de la Patria, a propuesta del entonces regidor Salvador Cucurullo. En 1918 se levantó en su extremo sureste el monumento fuente dedicado a los héroes de la Restauración, el primero erigido en el país en su honor, construido por el italiano Oreste Menicucci.
La construcción del hoy parque Duarte hace ya 130 años acentuó la preponderancia visual de la entonces Iglesia Mayor y se convirtió en un hito referencial en el casco urbano, subrayada porque en su entorno se situaron el Palacio de la Gobernación (1885), el Palacio Consistorial (1897), el Centro de Recreo (1902), el café El Parque, de Wenceslao Guerrero (1885), y La Diana, de Rafael Marcelino, un café ubicado en la primera planta de la glorieta inicial y donde su propietario vendía su licor “Amargo Fin de Siglo”, un amargo estomacal que servía para facilitar la digestión y estimular el apetito, cuyo dueño obtuvo en 1900 una patente del Poder Ejecutivo.