En el continente americano la vacunación contra el COVID-19 no alcanza el 1% de la población
Caribbean Digital
Un puñado de seis países de las Américas ya empezó la vacunación contra COVID-19, pero con dosis muy limitadas que llegan a una ínfima parte de la población y por ahora no alcanzan para controlar la pandemia, dijo el miércoles la Organización Panamericana de la Salud.
Estados Unidos es el que más está vacunando y hasta ahora abarca al 3% de la población. Los otros —Canadá, México, Costa Rica, Chile y Argentina— alcanzan apenas al 1%, dijeron funcionarios de la OPS tras remarcar que la prioridad es el personal médico y sanitario y los ancianos.
“Las personas muchas veces creen que se empezó una vacunación masiva. Eso no es verdad”, aseguró Jarbas Barbosa, el subdirector de la OPS. “Con esa cantidad limitada, la transmisión no va a cambiar”, remarcó tras indicar que se necesita que al menos 70% de la población esté vacunada para controlar la pandemia.
Los países que ya están vacunando han comprado las dosis a través de convenios bilaterales con los laboratorios. En la región se están aplicando diferentes vacunas, desde la de Pfizer y Moderna hasta la de fabricación rusa Sputnik V.
El continente americano, que tiene tres de los diez países con más casos en todo el mundo, ha sido uno de las más golpeados por el virus. Desde el comienzo de la pandemia, más de 39 millones de personas se han infectado y más de 925.000 han muerto, de acuerdo con cifras de la OPS que se basan en estadísticas de los gobiernos.
La semana pasada se registró el mayor índice de contagio en la región, con 2,5 millones de casos. Todos los países reportan una aceleración en la transmisión del virus, indicó la organización. Estados Unidos, Brasil y Argentina aparecen entre los más afectados.
En la conferencia virtual semanal de la organización, los funcionarios explicaron que la disponibilidad de la vacuna es escasa aún para gran parte de los países del mundo debido a los tiempos necesarios para fabricarla y distribuirla, y porque los gobiernos con más ingresos han comprado millones de dosis sobrecargando así a los fabricantes con esos pedidos.
“Los próximos dos años serán críticos, ya que la vacunación de la mayoría de la población no sucederá de la noche a la mañana”, expresó la directora de la OPS, Carissa Etienne.
Debido a la escasa disponibilidad actual de vacunas, los expertos remarcaron la importancia de continuar con las medidas de sanidad pública, entre ellas el uso de máscaras, el lavado de manos, mantener la distancia social y evitar aglomeraciones.
“Mientras las dosis sean limitadas, no podemos confiar exclusivamente en la vacunación para aplanar la curva de la pandemia”, dijo Etienne. “Si nos mantenemos diligentes, tenemos el poder de controlar este virus. Si nos relajamos, no nos equivoquemos, el 2021 será peor que el 2020”.
Una de las características distintivas de las Américas es la inequidad, que se refleja en los indicadores económicos, en la pobreza y ahora también en la pandemia.
A través del mecanismo COVAX, la OPS busca distribuir vacunas de manera equitativa y a bajo costo en todos los países de la región a partir de finales de marzo.
De los 37 que participan en las Américas, diez han sido calificados como pobres y recibirán las vacunas gratis. Sin embargo y a pesar de que estos países probablemente sólo puedan acceder a la vacunación a través de las dosis que les facilite la OPS, no habrá un trato diferente para ellos, dijeron los funcionarios de la organización.
Por ahora, sólo una de las más de 15 vacunas que integran la canasta, la de Pfizer, ha conseguido la autorización de la Organización Mundial de la Salud, un requisito para poder ser distribuida por la OPS en la región. Otras están en proceso de conseguirlo.
La institución espera empezar con entregas limitadas de las dosis en marzo, pero en febrero hará una prueba piloto con alrededor de un millón de vacunas. No especificó aún donde será.
Confía en que a partir de la segunda mitad del año la disponibilidad de dosis aumente, aunque no queda claro cuándo alcanzarían para vacunar a por lo menos el 70% de la población.
En una primera etapa, los países recibirán a través de COVAX vacunas suficientes para suministrar al 20% de la población, especialmente a médicos, enfermeras y ancianos.