Confía que cuando llegue el momento Abinader lo firme y ponga punto final al conflictivo capítulo.
José Alfredo espinal
SANTO CERRO, La Vega. “Me llena de satisfacción que finalmente se haya dado un paso importantísimo en el Senado”, manifestó monseñor Héctor Rafael Rodríguez, obispo de la diócesis de esta provincia, tras saludar la decisión de la Cámara Alta de aprobar en dos lecturas el proyecto de ley que busca declarar a Loma Miranda como parque nacional.
El prelado agradeció al presidente del Senado, Eduardo Estrella, representante de Santiago y a su par Ramón Rogelio Genao, de La Vega, su apoyo a la protección del referido pulmón ecológico.
Asimismo, se mostró esperanzado que el proyecto corra la misma suerte en la Cámara de Diputados.
Monseñor Rodríguez aprovechó la presencia del presidente Luis Abinader para decirle que cuando llegue a su despacho lo firme “y poner punto final a este conflictivo capítulo de Loma Miranda”.
Dijo que hay que tomar conciencia de que no se deben producir riquezas a como dé lugar, sin importar las consecuencias, sobre todo cuando se provocan daños irremediables en el entorno en el que uno vive.
“Nuestra isla es un paraíso, pero para disfrutarlo, no para destruirlo a cambio de un dinero incapaz de fabricar agua, árboles y corales”, señaló.
Monseñor Rodríguez se expresó mientras pronunciaba la homilía una misa en el Santuario Nacional de Nuestra Señora de las Mercedes, patrona del pueblo dominicano, en ocasión de celebrarse ayer su día.
Además del presidente Luis Abinader, asistió a la ceremonia religiosa, la vicepresidente Raquel Peña, la primera dama Raquel Arbaje, los ministros de Agricultura, Limber Cruz, de Industria y Comercio, Víctor Bisonó, de Salud Pública, Daniel Rivera, la gobernadora Luisa Jiménez, el alcalde Kelvin cruz, el presidente del Senado, Eduardo Estrella, el senador de La Vega, Rogelio Genao, el director de Prodindustria, Ulises Rodríguez, el gerente general de Edenorte, Andrés Cueto, entre otros.
Fieles acuden al Santo Cerro desafiando temperaturas y el covid
Desafiando las altas temperaturas y el covid-19, cientos de feligreses, adultos mayores, jóvenes y niños, acudieron al santuario católico a venerar y honrar a la Virgen de Las Mercedes, patrona del pueblo dominicano.
La mayoría de fieles vienen a rendirle a culto a la virgen para solicitar un milagro y otros para pagar alguna promesa. El escenario también se convierte en esta fecha en un mercado, donde se comercializan artículos religiosos, así como roquetes hechos de maíz y las canquiñas.
Restricciones molestosas
Las restricciones impuestas por la seguridad presidencial a los cientos de feligreses que acudieron al santuario católico provocaron un caos innecesario; una queja manifestada desde muy temprano en la mañana. Algunos miembros de la prensa también fueron víctimas de esas limitaciones excesivas.
«El problema consiste en que la seguridad del mandatario dice una cosa y el personal que protege a la vicepresdenta dice otra y nos tienen dando vuelta como un trompo», expresan algunas de las personas que estaban apostadas en la zona.