JOSE ALFREDO ESPINAL
Editor/Caribbean Digital
Las autoridades dominicanas no pueden controlar el auge delictivo.
No es nada insólito, ahora los delincuentes solo se robaron un avión de un aeropuerto de la República Dominicana.
Ya una vez los ladrones sorprendieron durmiendo en su residencia a un gobernador de la ciudad de Santiago, Norte del país, a quienes los pillos les habrían manifestado “no sabíamos que estábamos robando su casa”. Ladrones inocentes, me imagino.
No se sorprenda nadie si en el aire, casi al llegar a suelo dominicano, una aeronave de una línea determinada es asaltada.
Que desarmen a un oficial de la Policía o del Ejercito Nacional, que roben en la residencia de un juez, o que un funcionario acabe con el Estado no es nada nuevo ni a nadie les importa.
Todo eso es normal que ocurra en esta “jaula de oro”. Con de todo, sobre todo con ladrones.
Exagero con lo que voy a decir, y aclaro que no es mi deseo, pero como van las cosas que cuiden bien al Presidente de los ladrones.
Me parece que al país ni a la oposición le gustaría que ocurriera una tragedia como esa. «Quedarse sin Presidente».