Muy distinta…

Por Domingo Hernández
En las dos previas temporadas a la presente, e dominicano José Ramírez logró establecerse como un jugador de élite en las Grandes Ligas.
De hecho, los expertos llegaron ubicarlo entre los mejores tercera base del negocio y en ambas ocasiones su nombre se bailoteó para el premio de Jugador Más Valioso de la Liga Americana.
Y ciertamente, se había ganado esa cotización, pues su labor  en las campañas con los Indios de Cleveland, le colocaba entre los jugadores de mayor rendimiento en todo el béisbol.
En ese contexto, sólo basta dar un vistazo a esos dos años: En el 2017, por ejemplo, el nativo de Baní, bateó para 318 de promedio, con 29 cuadrangulares, 107 carreras anotadas y 83 remolcadas, en 152 partidos y 585 turnos agotados.
En el 2018, aún cuando bajó su average a 270, incrementó su producción en otros rengoles como fueron los jonrones, ya que disparó un total de 39, en vueltas anotadas terminó con 110 y en remolcadas 105.
Este año, no obstante, se ha visto una versión muy distinta de José Ramírez. Sin el jueg de anoche ante los Mellizos de Minnesota, bateaba para 206, con 20 carreras anotadas y 17 remolques, en 58 partidos y 214 turnos agotados.
En los últimos siete días, batea para 286, con seis imparables, cuatro de ellos dobles y dos carreras impulsadas.
Su proyección establece que podría concluir la serie regular con apenas 11 cuadrangulares, 35 vueltas anotadas y 47 remolcadas, en 159 juegos y 588 veces al bate.
Como se observa, de ser así, Ramírez podría estar ante una de sus peores temporadas en sus seis años en las Mayores, similares, en cierto modo a cuando inició.
¿Qué estará pasando con este joven portento…? Hasta ahora no ha salido a relucir de que padezca ningún problema de lesión. No tiene en perspectiva firma de ningún contrato, en razón de que, en el 2017,  renovó un pacto con los Indios por cinco años y 26 millones de dólares, lo que incluye opciones para las estaciones del 2022 y 2023, respectivamente. Es decir, no existe una explicación clara al respecto.
Sin embargo, existe la esperanza de que, en cualquier momento de la temporada,incluso en los playoffs, sin los Indios, que dicho sea de paso, han estado por debajo, pudieran clasificar,  Ramírez pueda reencontrarse a si mismo y remote el nivel que exhibió en el 2017 y 2018, sucesivamente. Por fortuna para él, a sus apenas 26 años, todavía le queda tiempo más que suficiente para reivindicarse en la presente y futuras temporadas. No lo pierdan de vista. PARA QUE LO APRENDAS O LO RECUERDES:El 15 de junio de 2007, el dominicano Julio César Franco, de 49 años y Roger Clemens, 44, se enfrentaron y entre los dos sumaban 93 años, siendo la combinación de bateador-lanzador de más edad, desde que Rube Walberg, 36, le lanzó a Nick Altrock, 56, en la campaña de 1953, acumulando ambos 92 años.!Suena la campana! !Climmp!