Mubarak podría renunciar y la oposición teme un «golpe» militar

Caribbean Digital

Fuentes: Yahoo.es/Reuters

El presidente egipcio, Hosni Mubarak, podría dejar el poder el jueves, tras más de dos semanas de manifestaciones en todo el país contra sus 30 años de mandato, aunque el movimiento islamista de los Hermanos Musulmanes dijo que temía un golpe militar.

Tras una reunión del Consejo Superior del Ejército a la que no acudió Mubarak – un antiguo militar -, las Fuerzas Armadas anunciaron que iban a tomar medidas para preservar a la nación y las aspiraciones del pueblo.

«Parece un golpe militar», dijo a Reuters Essam al Erian, un alto cargo de los Hermanos Musulmanes, que son el mayor partido opositor de Egipto. «Estoy preocupado y ansioso. El problema no es con el presidente, es con el régimen».

Posteriormente matizó que no harían declaraciones hasta que la situación no se aclarase.

La televisión estatal mostró imágenes de Mubarak, sentado ante una mesa en silencio, en un encuentro con el vicepresidente Omar Suleimán y dijo que se reunieron el jueves, aunque no se podía deducir de las imágenes. Suleimán, antiguo jefe de la inteligencia militar, tampoco estuvo en la reunión del Consejo Militar.

Las noticias de que el presidente de 82 años podría entregar el poder, o ser depuesto, en un país que es un aliado clave de Occidente enOriente Próximo, desató la emoción en la plaza de Tahrir de El Cairo, el centro de las manifestaciones prodemocráticas, aunque algunos señalaron rápidamente que no quieren un poder militar.

El general Hasan Roweny se dirigió a las decenas de miles de personas en la emblemática plaza, diciéndoles: «Todo lo que queréis, se cumplirá». La gente coreó: «El pueblo exige el final del régimen. El régimen ha caído», mientras otros decían «civiles, civiles, no queremos militares», pidiendo un gobierno civil elegido libremente.

Está por ver hasta qué punto las Fuerzas Armadas, de las que han salido los presidentes del país desde que se independizó hace 60 años, están dispuestos a aceptarlo.

¿GOLPE DE ESTADO?

La actitud de Washington ante la revuelta en el país árabe más poblado se ha basado en la importancia estratégica de Egipto, uno de los pocos países de la región que tiene firmado un acuerdo de paz con Israel, el guardián del canal de Suez que une Asia con Europa y un colaborador decisivo en el combate del radicalismo islámico.

«Vamos a tener que esperar y ver qué pasa», dijo el presidente estadounidense, Barack Obama.

Al preguntarle si Mubarak renunciaría, un alto cargo egipcio dijo a Reuters: «Es lo más probable».

La cadena BBC también citó al presidente del partido de Mubarak diciendo que el mandatario podría dejar el cargo.

Mubarak se ha resistido a dejar el poder hasta septiembre, cuando hay previstas unas elecciones presidenciales, argumentando que el país se hundiría en el caos. Además, en un discurso televisado anterior, prometió no marchar al exilio: «Este es mi país (…) y moriré en esta tierra»

En la plaza de Tahrir o de Liberación, el general Roweny pidió a la multitud que cantara el himno nacional y que mantuviera el país a salvo, mientras permanecían desplegados cerca tanques y otros vehículos militares de fabricación estadounidense.

Para muchos, la principal cuestión es si Suleimán, de 74 años, podría asumir el control efectivo de Mubarak, y éste permanecer en un papel meramente representativo, o si accederían al poder otros militares, posiblemente declarando la ley marcial. Suleimán, que llegó a la vicepresidencia hace dos semanas, no es muy popular. Para muchos manifestantes, lo más importante es que se cambien las leyes para permitir la celebración de elecciones justas.

Anthony Skinner, de la consultoría de riesgos políticos Maplecroft, dijo: «En el mejor de los casos, Suleimán podría asumir el poder y habría una transición acelerada hacia la democracia. En el peor, esto se convertiría en un golpe militar de facto y los militares no suelen ser propensos hacia las transiciones a la democracia».

Las Fuerzas Armadas de Egipto son el décimo ejército del mundo, con 468.000 soldados, y han dirigido el país desde que unos oficiales derrocaron al monarca apoyado por los británicos en 1952.

El jefe de la Agencia Central de Inteligencia (CIA por su sigla en inglés) de Estados Unidos también señaló que era probable que Mubarak renunciara en las próximas horas.

«Hay una fuerte probabilidad de que Mubarak dimita este noche, lo que sería significativo en términos de dónde ocurrirá la transición, esperemos que ordenada, en Egipto», dijo Leon Panetta en una audiencia en el Congreso en Washington.

Hasta el primer ministro, Ahmed Shafiq, también indicó a la BBC que el líder de 82 años podría renunciar.

El presidente se ha visto acosado por un masivo levantamiento popular contra la pobreza, la represión y la corrupción que se desató el mes pasado, en una muestra sin precedentes de la frustración con su Gobierno.

Cientos de miles de personas han salido a la calle para demandar su marcha inmediata inspirados en parte por la revuelta que derrocó al presidente tunecino, y los choques entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad han dejado al menos 300 muertos.