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SANTIAGO.-Las aguas negras y los derrumbes amenazan la salud y la vida de decenas de personas que residen en el barrio La Piña, en el populoso sector de Cienfuegos, en la zona oeste de esta ciudad. Los moradores de esta barriada afirman que el hedor que brota de las aguas apozadas y las viviendas al borde del abismo es un drama que los mantiene sumergido en la preocupación.
“Nos mata el mal olor o en cualquier momento caemos a la cañada debido a los derrumbes”, expresó Catalina Rodríguez, de 51 años de edad, una de las decenas de personas que viven en el lugar.
Afirmó que no solo le preocupa que su casa esté a punto de desplomarse, sino el foco de contaminación que constituyen las aguas negras vertidas en la zona.
“Yo vivo en un infierno, estoy mal de salud porque tengo una infección en una pierna que me está matando, una casa que está a punto de desplomarse y un hedor que me tiene desesperada”, señaló.
Pidió a las autoridades del Acueducto y Alcantarillado de Santiago (CORAASAN) y al Ayuntamiento que vayan en auxilio de esta comunidad. Sostuvo que las personas que viven allí están padeciendo diversas enfermedades por la contaminación que se produce por las aguas negras.
En tanto que Ramón Torres, otro de los que también reside en la zona, dijo que tiene cuatro hijos que se encuentran con problemas de salud afectados sobre todo por las aguas negras.
Expresó que el hedor de estas aguas provoca incomodidad y dificultades respiratorias a los residentes de forma que no pueden dormir ni comer en paz.
“Mi nieta de seis años se cayó en la cañada y se fracturó una pierna por lo que tuve que llevarla a un centro de salud, pero otros niños también han padecido la misma situación cuando van camino a la escuela”, manifestó por su parte el señor Andrés Díaz.
El pastor Pablo Ureña reconocido dirigente comunitario de Cienfuegos y quien dirige el programa, Niños con una Esperanza, explicó que desde noviembre del año pasado han venido reclamando a las autoridades que corrijan el problema de las aguas negras y la cañada que amenaza con sucumbir las viviendas a su alrededor.
“Tenemos meses reclamando que nos ayuden con esta situación pero las autoridades no nos hacen caso. Esta cañada atraviesa la calle 50 de La Piña por lo que el paso de vehículos ya no se puede, mientras que cruzar a pie es un peligro”, expuso.
Las aguas negras son contaminantes graves que traen consigo plagas de mosquitos, enfermedades respiratorias, infecciones, fiebre, entre otras que sin no son tratadas a tiempo pueden causar la muerte.