POR J. LUIS ROJAS
La presencia o ausencia del liderazgo transformacional en la toma de decisiones, actuaciones y comportamiento de los países, las corporaciones, las empresas, las agencias públicas, las organizaciones políticas, así como en las entidades sociales y académicas, nunca había sido tan relevante como en la coyuntura actual. El liderazgo es el motor que impulsa los cambios sociales, políticos, económicos, educativos, culturales y científicos. “Del liderazgo depende que todo se levante o se derrumbe”. (John C. Maxwell).
Sin duda alguna, el liderazgo transformacional efectivo y la educación de calidad, son factores esenciales para establecer y mantener un modelo de desarrollo sostenible e inclusivo, capaz de mitigar los efectos nocivos de la desigualdad socioeconómica, así como reducir la pobreza en todas sus dimensiones. El liderazgo transformacional inspira y estimula a obtener resultados significativos y espectaculares.
Como ha dicho Max Weber, el líder es la: “persona encargada de guiar a otras por el camino correcto para alcanzar objetivos específicos o metas que comparten, es la persona que guía al grupo y es reconocida como orientadora”. Lo planteado por Weber confirma la fuerza e importancia que tiene el liderazgo en los procesos de cambios. Sin liderazgo efectivo, es casi imposible que las sociedades, las empresas, las agencias públicas, las organizaciones políticas, sociales y académicas, alcancen logros de alto valor agregado.
Por su parte, Daniel Goleman afirma que el liderazgo es: “el arte de la persuasión hacia los demás, para motivarlos hacia el logro de un objetivo común”. Además, señala que para ser un buen líder, es imprescindible poseer tres aspectos: ser conscientes de las propias emociones, la autoconfianza y la valoración adecuada de uno mismo. En pocas palabras, el liderazgo transformacional se construye con compromiso social, se ejerce con valores, emociones y principios positivos.
En cambio, para John C. Maxwell el liderazgo representa la facultad de mejorar a las personas de un área, a través de la guía u orientación de un líder, que define como aquel que tiene esa capacidad de influencia a través de la cual sus subordinados mejoran sus aptitudes y capacidades. Tomando como punto de referencia lo expresado por Maxwell, se concluye en que el liderazgo transformacional ha estado ausente en los diferentes ámbitos de la sociedad dominicana.
Los estilos de liderazgo, según Daniel Goleman, son:
- Directivo: se centra en que sus colaboradores cumplan de inmediato con sus instrucciones.
- Capacitador: provee una visión de futuro a los miembros de su equipo, marcando objetivos sin explicar cómo alcanzarlos.
- Afiliativo: crea armonía y relaciones emocionales entre los diferentes miembros de su equipo.
Democrático: su principal objetivo es crear consenso y compromiso entre sus colaboradores para la consecución de tareas comunes.
- De referencia: se basa en la consecución de resultados excelentes que superen las expectativas.
- De coaching: ayuda a que sus colaboradores se desarrollen profesionalmente para conseguir su máximo potencial en el largo plazo.
El liderazgo transformacional es el medio más efectivo, por ser el que mejor se ajuste a las características, necesidades y desafíos del siglo XXI. El liderazgo es un factor decisivo para hacer triunfar o fracasar a una sociedad, una empresa, una institución, una causa, un proyecto, una marca, etc. Como se ha dicho, la palabra liderazgo hace referencia al proceso de influir, dirigir y guiar a los miembros de una sociedad, una compañía, una institución, a trabajar de manera colaborativa y consciente, en procura de alcanzar logros significativos que añadan valor al bien común. En este sentido, un líder transformacional se caracteriza por: su carisma, saber escuchar, tener empatía, ser firme, saber hacer las cosas de la forma adecuada y predicar con el ejemplo siempre, en todo momento, lugar y circunstancia.
Para John Maxwell, el liderazgo transformacional se sustenta en las siguientes actitudes y valores: responsabilidad, transparencia, humildad, inspiración, confiabilidad, generosidad, actitud, ética, paciencia, influencia, solidaridad, empatía, resiliencia, así como el pensamiento correcto, el perdón y el escuchar. Para ejercer el liderazgo transformacional efectivo, se requieren atributos humanos básicos. Por ejemplo: aprender y enseñar lo que se sabe, no tener miedo al cambio, creer en el equipo, aprender a motivar, saber negociar, ser inclusivo, poseer pensamiento crítico, etcétera.
El liderazgo transformacional, a diferencia del transaccional, motiva a los colaboradores a desempeñarse de manera eficiente en pro de un objetivo común, en lugar de buscar un beneficio propio o el cumplimiento de objetivos individuales. Además, fomenta ambiente de cambio, trabajo colaborativo y admiración por las destrezas de los colaboradores. El liderazgo sano comprende que las relaciones son importantes, no promueve chismes ni rumores, se preocupa por la gente, su energía positiva entusiasma. En fin, las decisiones y actuaciones del liderazgo transformacional cambian vidas. Sabe que el respeto y la lealtad no se pueden imponer, se ganan haciendo lo correcto.
.Es casi seguro que si las empresas privadas, las agencias gubernamentales, el Consejo Nacional de Seguridad Social, las organizaciones políticas, los gremios laborales y las universidades, entre otras entidades sociales dominicanas, estuviesen lideradas por líderes con un estilo de liderazgo transformacional, otra sería la realidad de la sociedad dominicana actual. «Un líder es aquel que conoce el camino, anda en el camino y muestra el camino» (Jhon Maxwell).