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NUEVA YORK, (EFE). Un juez de Nueva York fijó hoy en 1,1 millones de dólares la fianza para el expresidente de la Federación Costarricense de Fútbol Eduardo Li, acusado de corrupción, y determinó una multa de 5 millones si se viola alguna condición.
Sin embargo, la liberación no se hará efectiva hasta dentro de unas dos semanas, cuando la fiscalía y la defensa han acordado que estarán formalizados todos los trámites necesarios para conceder esa libertad condicional vigilada.
Li deberá depositar 300,000 dólares en efectivo, así como 800,000 en propiedades y negocios en Alaska y Miami, que suman 1,1 millones de dólares.
“Es un paquete suficiente”, dijo el juez que lleva la causa, Robert Levy, quien sin embargo llamó la atención sobre la circunstancia de que Estados Unidos y Costa Rica no tengan convenio de extradición.
El juez, así como la fiscalía, también mostraron sus dudas sobre las dificultades para requerir las propiedades en Costa Rica en caso de violación de la condicional.
Li podrá desplazarse tan solo a 80 kilómetros de la corte y vivirá bajo vigilancia en Nueva Jersey, lugar que sólo podrá abandonar para acudir al tribunal, al médico o atender servicios religiosos.
Las condiciones de la fianza y las consecuencias de una posible fuga por parte de Li fueron explicadas por el propio juez mediante intérprete tanto al acusado como a la mujer, Mailly Chaves, e hija, Andrea Li, ambas presentes en la sala.
Durante la vista, que se prorrogó durante más de dos horas y media, el acusado mantuvo el contacto visual con sus familiares y también obtuvo además de su equipo de defensa habitual el apoyo de su consejero legal en Costa Rica, Royo Guevara, que explicó al juez los entresijos de la legislación hipotecaria del país para órdenes judiciales extranjeras.
Esa dificultad técnica motivó que el pasado 10 de febrero se retrasara hasta hoy la vista para la fijación de un acuerdo para la fianza y la multa en caso de violación, que la fiscalía pidió en un primer momento que rondara entre los 10 y 15 millones de dólares.
Eduardo Li lleva encarcelado en Nueva York desde el pasado 15 de diciembre, cuando fue extraditado desde Suiza, el país en el que fue detenido en mayo pasado junto a otros seis dirigentes de la FIFA acusados de estar implicados en casos de corrupción en el seno del máximo organismo del fútbol mundial.
La Justicia sospecha que Li aceptó sobornos de una sociedad estadounidense para atribuir derechos de mercadotecnia sobre los partidos de clasificación del Mundial de 2018.
Con su actuación, Li habría perjudicado la competencia en el mercado de márquetin deportivo y habría distorsionado el mercado mediático.
Asimismo, se considera que Li privó a la federación de fútbol de su país de la posibilidad de negociar contratos de márquetin más ventajosos para ella.