Hace dos años y medio, Iker Casillas hacía las maletas. Dejaba Madrid y ponía rumbo a Oporto en busca de la continuidad bajo palos que le faltaba en el Real Madrid, en buena parte por una pésima relación con el que por entonces era su entrenador, José Mourinho.
Con él se llevó a su familia y, durante este tiempo, ha visto como la misma ha aumentado. Iker, Sara Carbonero y su primogénito, Martín, dieron la bienvenida a Lucas. Los cuatro han disfrutrado de la localidad portuguesa y se han sentido integrados.
Pero, ahora, los problemas profesionales vuelven a la vida de Iker y el portero busca una salida que llevaría a una nueva mudanza familiar. Hay quienes aseguran que el que fuera capitán de la Selección española fue castigado con una suplencia sin fin por hacer un uso excesivo del móvil que podría llevarle a dejar de defender al Porto.
Eso supondría que la familia Casillas-Carbonero estaría afrontando una nueva mudanza. Sara ya ha advertido que, para ella, lo más importante es estar al lado de los suyos, que no concibe la familia a distancia. Así que, allá donde esté el destino futbolístico de su marido, irá.
En los últimos días se han barajado nombres de ciudades como Coruña o Newcastle, pero lo cierto es que el futuro de Iker no está nada claro. ¿Será el mercado invernal en el que le encuentren acomodo o aguantará su complicada situación hasta verano?
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Iker Casillas y Sara Carbonero se mudan