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El periodista e historiador deportivo Rafael Baldayac propuso la creación del Salón de la Fama de las Águilas Cibaeñas, para preservar su historia de más de siete décadas, honrar la memoria de jugadores, directivos y relacionados, así como conectar las diferentes generaciones del legendario y aguerrido conjunto cibaeño, primero en conquistar 20 títulos nacionales en el beisbol profesional dominicano.
Las Águilas Cibaeñas, se convertiría de esta manera en el primer equipo en la historia de la Liga de Beisbol Profesional de la República Dominicana en tener su propio salón de inmortales, tal como ya han creado algunos clubes de las ligas invernales caribeña, imitando a los conjuntos de Grandes Ligas que honran cada año a sus mas excelsas figuras.
Cerca de veinte ex -jugadores, managers, directivos y personajes ligados a las Águilas Cibaeñas han sido inmortalizados en el Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano, principal organismo encargado de honrar a los deportistas criollos que se han distinguido a nivel nacional e internacional.
«Con este Salón de la Fama podremos rendir homenaje a todas las personas que han contribuido a escribir la historia de un equipo tan grande como este, aquí hay espacio para jugadores, directivos, periodistas y demás personalidades», esbozó Baldayac al presentar el singular proyecto.
Los primeros aguiluchos en ser exaltados al templo de la inmortalidad del deporte nacional fueron en el siglo pasado Julián Javier (1978), Osvaldo Virgil (1984), Juan Sánchez Correa (1989), Winston Llenas (1990), Rafael Valdez (1992), Tetelito Vargas (1995) y Arnulfo-Nino- Espinosa (1996).
Más recientemente ingresaron al Olimpo del deporte dominicano los aguiluchos Miguel Diloné ( 2000), Tony Peña (2003), Nelson Norman (2005), Arturo Peña (2007), Franklyn Taveras ( 2007), Félix Fermín (2008), Stanley Javier (2009) y Tomas Silverio (2009).
Figuras ligadas a las Águilas como Burrulote Rodríguez (1968), Bragañita García (1972), Güeba Rodríguez (1979), Freddy Toribio (1993) y Fidencio Garris (1996), son miembros del Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano.
“Las Águilas harían algo que nunca se ha hecho en un equipo de le pelota nativa, pero que ya es común en todas las organizaciones beisboleras, incluso los equipos de ligas menores, tienen su propio salón de la fama en los Estados Unidos”, sugiere el reconocido periodista e investigador.
En ese orden puso como ejemplo la exaltación de un total de nueve peloteros dominicanos que han sido instalados en el salón de la fama de cinco equipos del beisbol mayoritario.
Recordó que Juan Marichal, además ser el único quisqueyano miembro de Cooperstown, pertenece al salón de la fama de los equipos Gigantes de San Francisco, donde brillo en 12 de sus 14 temporadas en las mayores, y Dodgers de Los Angeles donde termino su gloriosa carrera.
Un grupo de cuatro jugadores de los nuestros están encumbrados en el templo de la inmortalidad del particular salón de la fama de la legendaria franquicia de los Rojos de Cincinnati. Ellos son Pedro Borbón, Cesarìn Gerónimo, José Rijo y Mario Soto.
Mientras que George Bell y Tony Fernández, fueron exaltados al salón de la fama del equipo canadiense, Azulejos de Toronto; Felipe Alou acompaña a Marichal como inmortales en los Gigantes de San Francisco, en tanto que Juan Samuel pertenece al nicho de los Filis de Filadelfia.
La idea de crear el Salón de la Fama de las Águilas Cibaeñas es presentada por este medio a la nueva directiva aguilucha, encabezada por Quilvio Hernández, esperando que la sugerencia de tener nuestro propio salón de la fama, sea también bien acogida por los seguidores de la franquicia mas ganadora de la pelota dominicana.