Hablando de inclusión, apelo a la humanización y profesionalidad del ministro de Educación

Por Wendy Carrasco

SANTO DOMINGO.- Últimamente está de moda hablar de la palabra “inclusión”, y más cuando se trata del ámbito educativo.

La palabra “inclusión” viene del latín inclusio y significa “acción, efecto de poner algo dentro”.

Según Fabian Coelho, especialista en Letras, la inclusión es la “actitud, tendencia o política de integrar a todas las personas en la sociedad, con el objetivo de que estas puedan participar y contribuir en ella y beneficiarse en este proceso”.

Hay un proceso importante que se está llevando a cabo en nuestro país, donde se convoca a participar en el concurso-evaluación por “méritos” a los docentes que se desempeñan como técnicos distritales, regionales y nacionales de manera interina para regularizar su estatus laboral.

Sin embargo, en este proceso es notorio, que aunque el llamado es para aquellos docentes que laboran en función de técnicos “interinos”, también es cierto, que tiene sus prerrogativas tales como, el tiempo de permanencia en una de las instituciones antes mencionadas.

Esta situación nos permite reflexionar que en la elaboración de esta orden departamental obraron manos malintencionadas, no precisamente del Ministerio de Educación.  Y como es cierto que hay técnicos docentes en función de interinos que pasan de los siete o más años, sin ser regularizados, también lo es que, cada uno de ellos llegó a esa posición de la misma manera en la que muchos hoy estamos, para cubrir una necesidad.

Es importante reconocer que se valora el largo tiempo que cientos de técnicos interinos llevan trabajando arduamente , devengando el mismo sueldo que un docente de aula.  Ellos, al igual que los que tienen menos tiempo ejerciendo esta posición, entraron de la misma forma, por medio a un telegrama emanado de la Dirección Regional, Distrital y Nacionales de Educación.

Reza un refrán… “Que el tiempo de Dios es perfecto”, y sería una sabia decisión de parte de nuestras autoridades educativas y del Gobierno que entendieran lo importante que es para los docentes que estamos como técnicos interinos, integrarnos a este concurso, ya que no sabemos cuándo vuelva a a ejecutarse este proceso, que es un logro que suma y fortalece en su ejercicio al Ministerio de Educación y la gestión del gobierno del cambio en esta coyuntura.

De acuerdo a la orden departamental NO. 46-2022, que expide el Ministerio de Educación, a través del Despacho del Ministro, Ángel Hernández, hay requisitos que son justamente los que ameritan tales cargos, porque garantizan la continuidad de políticas de mejoras educativas, a favor de nuestros estudiantes y el país.

Es necesario que el postulante sea un profesional potencial que goce de un perfil con competencias y habilidades, acorde al cargo de “técnico distrital, regional y nacional”.

No obstante, se hace cuesta arriba que se hayan interpuesto ciertas enmiendas en la Orden Departamental para impedir, de primer plano que los docentes que entraron  mucho antes del inicio de este nuevo año escolar, quedarán fuera, “excluidos” del proceso evaluador, y con la “salvedad” de ser enviados de manera humillante a sus puestos de orígenes, antes de ser técnicos interinos.

Es aquí donde hablando de inclusión, pregunto, por qué se nos ha dejado fuera de este importante concurso evaluador, sin previamente valorar los méritos profesionales, que es lo que se debería apreciar, si son profesionales aprobados los que se requieren.

Un tiempo que sí se debería tomar en cuenta, es el tiempo en servicio como docente de aula, antes de aspirar a otras posiciones como establece una ordenanza de Educación de cinco años, pero el hecho de que se exija un año de labor en un Distrito Educativo, Regional o Ministerio, no determina el tipo de profesional de la educación que eres, porque muchos tienen experiencias extracurriculares que fortalecen sustancialmente al sistema educativo.

Esta observación, surge a raíz de que profesionales de la educación que cuentan con este punto a favor, sobre el tiempo, no cuentan lamentablemente con las competencias, capacitación ni habilidades requeridas para ser ratificados, y la demandas de técnicos en  dependencias con estos casos, seguirán.  Así como en el caso de los docentes que excedan del tiempo en años en servicio como servidores públicos.

Sin embargo, hay que celebrar que estos docentes que fungen como técnicos interinos, también gocen del derecho a ser evaluados, y que sean los resultados del perfil y la entrevista los que determinen quién sí y quién no.

En nombre de todos los docentes que no cumplen con el tiempo requerido que estipulada la Orden Departamental, para optar por la regularización del estatus laboral, hago un llamado a la sensatez, humanismo y profesionalidad de nuestro ministro de Educación, Ángel Hernández, para que antes de ejecutarla, analice, junto a su selecta Comisión Evaluadora, modificar el Párrafo 1 de la ordenanza 46-2022, de forma tal que se admitan los docentes que estén ejerciendo a la fecha las funciones de técnico interino.

Abogamos porque sean los resultados de las evaluaciones que hablen del trabajo y desempeño, y no, por lo que, aparentemente, se percibe como una trama de un sector que no está interesado que docentes que escalamos a esas posiciones  en calidad de interinos en esta gestión de Gobierno, pasemos a ser miembros de la Asociación Nacional de Profesionales y Técnicos de la Educación (ANPROTED).

Agradecemos a usted, ministro Hernández, ANPROTED, al presidente Luis Abinader, y otras instancias por dar respuesta a tan importante demanda, solo solicitamos de buena fe, que este sea un proceso evaluador diáfano, donde reine la “inclusión”, para todos los técnicos interinos  que realizan día a día un trabajo de calidad, acorde a los nuevos tiempos, su perfil profesional y las necesidades.

Si ustedes se detienen a analizar esta Orden Departamental, se darán cuenta que quizás de forma no intencionada hay cierta contradicción cuando requiere que el postulante tenga un año de ejercicio como técnico interino, y al mismo tiempo castiga tales acciones. Ver Cap. IX párrafo 1 y Cap. IX Art. 26.

“Errar es de humanos, perdonar es divino, rectificar es de sabios”, Alexander Pope.