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Elon Musk, además de Tesla y ahora Twitter, posee más empresas, por ejemplo Neuralink, dedicada a la neurotecnología. En ella diseñan dispositivos con los que se pueden tratar a personas con discapacidades que han sido causadas por desórdenes neurológicos.
Pero su nuevo proyecto está alejado de esto y están trabajando en fabricar implantes cerebrales en personas que esperan tener en seis meses. Desde Bloomberg apuntan a que sería un dispositivo pequeño conformado por cables y electrodos que tras abrir el cráneo, se colocan en el cerebro.
Lo que busca esta interfaz cerebro-computadora es restaurar la visión y que los enfermos de esclerosis lateral amiotrófica (ELA) puedan comunicarse por sus pensamientos. Los ensayos clínicos están muy avanzados y ya poseen los permisos para utilizar este chip en el mercado. Solo falta comprobar si funciona en humanos, ya que Neuralink han hechos las primera pruebas en monos.
A estos animales le han puesto estos implantes se ha demostrado que con estos implantes pueden mover un cursor en una pantalla hacia unas letras. Pero lo que teme la empresa que autoriza cualquier artefacto médico en el mercado es que el chip se sobrecaliente y que eso provocase que saliesen elementos químicos del implante al cerebro.