Elly De la Cruz y su gran evolución en el béisbol

Caribbean Digital

Elly de la Cruz tenía nueve años cuando decidió mudarse de Sabana Grande de Boyá hasta Santo Domingo. Dejaba atrás el hogar mientras recibía el permiso de su madre para iniciar una etapa junto a un entrenador independiente que se convertiría en su tutor.

Pudo materializar el sueño a la edad de 16 años en julio de 2018. Estaba lejos de ser el prospecto más pretendido de la clase, recibiendo un humilde bono de firma con valor de $65 mil dólares para unirse al profesionalismo con los Rojos de Cincinnati.

Tuvo un rápido desarrollo que lo elevó hasta el mayor de los escenarios luego de cuatro campañas en Ligas Menores, sumado el hecho de destacarse en las principales listas de portentos por vistosas aptitudes en el diamante.

Retrocediendo en el tiempo, el entrenador Kayser Paredes recuerda las destrezas atléticas y defensa como la primera evidencia del talento que luego sería pulido en el bateador ambidextro.

“Desde temprana edad mostró atletismo y habilidad con el guante (…) Tenía buena defensa, aparte de la actitud en el juego”, manifestó en entrevista con el LISTÍN DIARIO.

Un apartado creado con la base del trabajo fue potencializar el poderío, el mismo aspecto que caracteriza la ofensiva del infielder. A pesar de contar con buenas rutas de swings, conseguir la potencia en el madero conllevó rutinas de pesas y practicar con pelotas de velocidad aumentada.

“La velocidad de bate fue desarrollada con el tiempo. Elly tenía buena ruta de swing, que se fue trabajando, pero eso (el poder) fue con el tiempo. Sí tenía habilidades en el juego, podía atrapar la pelota, hacer contacto…”, dijo el preparador.

En la misma sintonía, conseguir el tamaño de 6 pies con 5 pulgadas fue un proceso más lento de lo normal. No experimentó crecimiento en la etapa esperada, sino que aprovechó el acceso hasta el profesionalismo para dar el salto de estatura.

Además de brindarle alojamiento y servir de entrenador, Paredes impulsó a Elly hasta graduarse del bachillerato, haciendo valer el compromiso luego que doña Carmen – la madre del prospecto – le otorgara responsabilidades sobre su hijo.

Listín Diario