El distanciamiento social en total contraste con la reapertura del deporte…

Por Domingo Hernández

SANTIAGO,REPÙBLICA DOMINICANA-.Existe cierta desesperación en el sector deportivo nacional y, es de suponer, también internacional con respecto al inicio de las actividades deportivas y su normalización.

En el país, se estaba a la espera del discurso que pronunciò el pasado domingo el presidente de la Repùblica, licenciado Danilo Medina,con la esperanza de que  dentro del proceso gradual del restablecimiento de las actividades cotidianas, se tomara en cuenta el deporte.

Sin embargo, este último renglón no estuvo dentro de los sectores que podrán restablecerse en los próximos días.

Ocurre, y hay que entenderlo, que el deporte es masivo, por lo menos en su inmensa mayoría. De ahì la imposibilidad de que las autoridades, en este caso el Gobierno dominicano, permita en lo inmediato la reapertura de las instalaciones deportivas y el reinicio de los eventos que tienen que ver con el deporte.

Ello explica,incluso,  el por què en el exterior se ha proyectado iniciar los certámenes deportivos tradicionales sin público en las gradas, entre los que destacan, por ejemplo, el bèisbol de las Grandes Ligas, el fútbol soccer, y otros.

Y es que, el distanciamiento social, una de las medidas màs eficaces para  evitar la propagación del  coronavirus, entre en contradicción total con el natural cùmulo o agromeraciòn  de personas en este tipo de espectáculo, al igual que en actos de otras índoles como son los de origen artístico.

Asì, pues, por el momento será un poco difícil que se puedan  reabrir de manera normal y acabada las edificaciones deportivas para que los deportistas dominicanos se integran de manera colectiva a la pràctica deportiva.

En espera han quedado justas nacionales que estaban en desarrollo cuando apareció el coronavirus, entre ellas el Torneo de Baloncesto Superior de Santiago, que ya iba a entrar en su fase final, y el Superior de Santo Domingo, que estaba en su período regular.

En  agenda estaban:La Liga Dominicana de Fùtbol, el Torneo Superior de Voleibol Femenino del Distrito Nacional y la Liga Nacional de Baloncesto –LNB-, asì como algunos eventos de golf que debieron celebrarse y que, por el motivo señalado, no pudieron ponerse en marcha.

Todos han quedado en perspectivas, sin una fecha fija para iniciarse, pero se prevé que en lo que resta del presente año bien podrían celebrarse en cualquier tiempo prudente.

Ahora bien, es muy probable que algunas disciplinas que no sean tan masivas ni de tanto roce, tales como el tenis de campo y el de mesa, por citar dos ejemplos, si puedan reactivarse màs temprano que tarde, en razón de que conllevan un menor riesgo  que otras con respecto al contagio del citado virus.

Por lo pronto, lo que se ha estado haciendo, regenteados por algunas federaciones deportivas nacionales, son torneos mediantes plataformas virtuales, los cuales han dado buenos resultados frente al difícil panorama actual.No obstante, lo màs prudente es mantener la calma y  esperar a que las cosas vuelvan a normalizarse, tras el descenso que, en algún momento, deberá experimentar esta terrible pandemia, sobre todo, si se toma en cuenta que, por ahora lo màs importante es preservar la salud y, consecuentemente, la vida. Lo demás es secundario. PARA QUE LO APRENDAS O LO RECUERDES:El 30 de agosto de 1991 fue especial para el atletismo: durante el mundial de Tokio y en un lapso de una hora fue batido dos veces el récord más antiguo de esta disciplina hasta ese momento, los 8,91 metros en salto en largo establecido por Bob Beamon en 1968.El primero en hacerlo fue Carl Lewis. «El hijo del viento», como se lo conocía, logró en su intento quebrar la marca con un increíble salto de 8,93 metros.Las cámaras no dudaron en caer sobre él: el ganador de la medalla de oro en la prueba reina de los 100 metros en los Olímpicos de Seúl 88 ahora se quedaba con la marca más «sagrada» e intocable de su deporte.Pero faltaba el salto de un desconocido Mike Powell. Y fue impresionante: 8,95 metros para la posteridad del estadounidense, quien estableció el nuevo registro y se quedó con la medalla de oro en aquel evento.Ya han pasado casi 29 años  y el récord continúa allí.!Suena la campana! ¡Climmp!