El Código Laboral o un abuso que está en ciernes

Por MARIEN ARISTY CAPITÁN

Cada palabra que iba leyendo aumentaba mi indignación. Sentía una opresión extraña, como si me quisieran robar la libertad. Todo parecía diluirse con sólo imaginar que la propuesta se haga realidad.

Marien Aristy Capitán
Marien Aristy Capitán

Por más que los empresarios quieran disfrazarlo, su propuesta de reforma al Código Laboral es una vil apuesta que suena a una nueva forma de esclavitud: más trabajo por menos prestaciones y, encima de ello, controles que convertirían las oficinas en claustros.

No conformes con proponer que el pago máximo de la cesantía sea a tres años de trabajo y cuatro salarios cotizables (¡de RD$8,645!) también proponen reducir la asistencia por muerte o discapacidad, aumentar la jornada laboral de 44 a 48 horas por semana y ampliar de 3 a 6 meses el período de prueba para fijar a un empleado.

Los empleadores desean además que no se compute dentro de la jornada laboral (es decir, que no se pague) el tiempo de almuerzo y/o descanso; que los empleados se sometan a pruebas antidoping y de consumo de alcohol y que se prohíba el uso de teléfonos celulares y la participación en las redes sociales durante las horas de trabajo, a excepción de los oficios o funciones en los que sea necesario.

Aunque el Conep asegura que con esto no robará los derechos adquiridos de los trabajadores porque sólo aplicará a los contratos firmados después de la reforma, toca preguntar: ¿ustedes, señores empresarios, trabajarían con esas condiciones? ¿Les gustaría entregarlo todo por una empresa y que les pueda echar sin darles nada? ¡Den lo que quisieran!

Caribbean Digital reproduce este artículo de la periodista Marien Aristy Capitán, escrito en el periódico Hoy.