El camino que nos queda

Por Otto Vásquez, miembro del Comité Central PLD.

El Partido de la Liberación Dominicana, fuerza política concebida por el profesor Juan Bosch y fundada en el 1973, enfrenta uno de sus momentos más cruciales desde su fundación.
Rumbo a sus 45 años, el PLD su cúpula y toda su estructura deben sentarse y analizar muchos de los argumentos que basamentaron su formación y su unidad, hasta el punto de convertirse en un partido único en América Latina.

Tener la capacidad de analizar dialécticamente el momento histórico que vive el mundo y como se han movido esas fuerzas que rigen al mismo; es decir, entrando en contexto ¿Cómo se ha movido el PLD en este ajedrez? ¿Cómo ha afectado intereses mundiales y como ha beneficiado a otros países y potencias?. Es un ejercicio necesario que esta fuerza política debe de hacer antes de cualquier tarea.

Es innegable que nuestra participación y solidaridad con gran parte del ala progresista de los gobiernos de américa latina y abrir las puertas a las relaciones internacionales con China son decisiones que además de valientes y necesarias generan reacciones contrarias;es decir, del lado de las fuerzas más conservadoras del mundo y de sus máximos representantes, o sea representantes de las fuerzas conservadoras.

Luego de este preámbulo me encantaría aterrizar en un planteamiento más local. Es incuestionable el desarrollo que ha tenido la República Dominicana, desde el 1996 hasta la fecha, salvo la arritmia económica y social que vivió desde el (2000 al 2004). El incremento de nuestro producto interno bruto, el mejoramiento en infraestructuras a nivel nacional de las vías de comunicación, el incremento sostenido de la economía, la reducción de la tasa de analfabetismo, la implementación de la tecnología en el sistema público y en sus servicios, el gran apoyo a la educación superior y mejoramiento de gran parte de sus infraestructuras, la implementación del 4% a la educación y las acciones para llevar a cabo las tandas extendidas, el desayuno escolar, la focalización de la inversión en el campo, desde el punto de vista social la cobertura del SENASA, el apoyo a las familias más pobres, a través de la tarjeta solidaridad, entre otros logros alcanzados.

Para entrar entonces en la tercera parte de este breve esfuerzo de análisis. Este partido morado ha construido una gran fuerza social, política y electoral que se ha convertido en mayoritaria en todos los estamentos del poder del país, tiene bajo su responsabilidad mantener la estabilidad en todo el sentido de la palabra.

La historia no nos absorbería si las fuerzas que cohabitan en su interior no entienden que sus enfrentamientos viscerales en el PLD afectaría esa estabilidad que ha sido nuestra gran bandera y que el desequilibrio que pudiera provocar esto tiraría por la borda todos los logros obtenidos por los gobiernos de esta organización.

Debemos entender que no estamos solos que alguien nos mira desde lejos. Debemos tener claro que el camino que nos queda es la unidad y que cometer el error de no interpretar adecuadamente el contexto nacional e internacional que vivimos sería un pecado capital que la historia no nos absorbería.