Dominicanos residentes en Toronto temen regresar a su país por inseguridad ciudadana

JOSÉ ALFREDO ESPINAL

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TORONTO, Canadá.-  Luz Divina de Jesús es una dominicana de 63 años de edad, 42 de ellos residiendo en este país norteamericano.  Por muchos años  se ha mantenido trabajando en una ensambladora de vehículos, de donde contribuye al sustento de  su familia.

La dama, oriunda de Monte Plata, contó que vive tranquila y cómoda en Canadá, porque está rodeada de sus parientes, sin embargo, narra que cada vez que ve un avión ganas no les faltan para abordar uno y regresar a su querida tierra, República Dominicana.

Segundo Valdez Montero.

Con la nostalgia visible en su rosto, Luz Divina de Jesús mira hacia el horizonte y al ver despegar una aeronave se pone melancólica al querer regresar a su país. Pero varios factores se lo impiden.

Las razones que frenan a la dama volver a su tierra son las mismas por las que paradójicamente muchos dominicanos buscan la manera de dejarla. De Jesús dice que cuando se entera por los medios de comunicación de la ola de delincuencia, los casos de corrupción y el régimen de impunidad que impera en RD, echa para atrás todo el deseo de retornar y quedarse en el país que la vio nacer.

Nélsida Pérez.

“El problema que nosotros tenemos miedo porque en nuestro país hay demasiada delincuencia. Vemos como a cada momento matan a alguien para robarle un celular, vemos todos los casos de corrupción y nadie paga el precio. A eso es que le tenemos miedo”, expresó.

Con 17 años viviendo en Toronto, Segundo Valdez Montero (Johnson), es otro dominicano que desea, pero teme regresarse a la República Dominicana por los altos niveles de crímenes, violencia y corrupción. Dijo que único y caso de corrupción que escuchó en Toronto hace 17 años, cuando una empelada de un negocio de comida rápida fue acusada de gastar 275 mil dólares en uso de tarjeta de crédito de la empresa, pero en dominicana, señaló los casos son a cada momento y no hay régimen de consecuencia.

Dagoberto Ventura.

Dedicado a la construcción y a la pintura, Johnson, que vivía en Puerto Plata,  afirma que Toronto le ha dado la oportunidad que no tuvo en su país, por lo que no se arrepiente de haber dejado a su patria por lograr un mejor bienestar para él y su familia.

 “Me mataron a uno de mis mejores amigos en Santo Domingo para robarle un celular. Esas fueron de las razones por las que busqué la manera de venir a este país”, narró de su parte Dagoberto Ventura, de 31 años. Con apenas 4 años y medio residiendo en Toronto, el dominicano, oriundo del ensanche Luperón, en Puerto Plata,  dice que cuando va a la  República Dominicana a visitar a sus parientes siente temor en las calles y hasta en su propia casa.

“Es una situación alarmante la que está viviendo nuestro país y lo peor de todo es que cada día las cosas empeoran”, manifestó.

 Nélsida Pérez es otra de los dominicanos que residen en Toronto que lamentan el clima de inseguridad que vive su país. La dama lleva 30 años residiendo en Toronto y dice que aunque adora su tierra, siente que su vida no tiene garantía.