Miguel De Jesús
Especial/Caribbean Digital
SANTIAGO, RD.-Desde que nos levantamos, la gente que habla por radio y televisión y los que escriben en periódicos en su gran mayoría solo transmiten las noticias desagradables. Al parecer secombinan para robarnos la esperanza dada por el Ángel que nos crece los sueños, es como si todo fuera luto y dolor.
Por eso hoy no me hablen de los muertos de ayer, háblenme de los secretos de la vida para disfrutar el tiempo. Hoy no me digan que hace falta energía, díganme que pongamos luces a nuestras pupilas.
Hoy no me digan que los funcionarios son ladrones, díganme de las fragancias disfrutadas cuando robamos un beso a la enamorada. Hoy no me digan que los políticos no sirven, díganme que hagamos el compromiso de ser mejores ciudadanos cada día.
Hoy no me hablen de las preferencias sexuales y debilidades de figuras públicas, háblenme de los delirios provocados por las caderas de esa hembra que al caminar va rompiendo la Luna con el rítmico movimiento de su cintura.
Hoy no me hablen de carencias, háblenme de la mujer que más allá de su cuerpo nos entrega el Alma sin pedir nada material, sólo que la amen. Hoy no me hablen de chismes de patio, háblenme de conversaciones que eleven el espíritu y la conciencia patriótica.
Hoy no me hablen de la Barrick Gold, háblenme de unirnos para juntos soñar por un bello ideal sin miedo a despertar .Hoy no nos comenten de guerras, coméntennos de las herramientas usadas desde las trincheras de besos.
Hoy no me hablen de lugares olvidados, sino del regreso a nuestros pueblos adorados .Hoy no me hablen de acusaciones, háblenme de canciones que de pasión retratan situaciones. Hoy no me hablen de los ingratos, háblenme de los que por ser bien nacidos son bien agradecidos.
Hoy no me hablen de archivo de expedientes, háblenme del placer que se siente cuando viajamos a la Línea Noroeste a comernos un chivito tierno. Hoy no me hablen del caso Bahía de las Aguilas, háblenme de las huellas del tiempo que no han podido borrar la preciosidad del sur
Hoy no me hablen del Sacerdote Polaco que desde las alturas de Juncalito sodomizaba muchachos, háblenme del silencio de la madrugada interrumpido por los gemidos que anunciando un orgasmo ponen alas de libertad a dos cuerpos en cadenciosos movimientos.
Hoy no me hablen de Loma de Miranda, háblenme de cómo dar la mano para ayudar al que no puede escalar y desde la cima todos juntos sentir las melodías hechas caricias del viento tocando nuestros rostros.
Hoy hablemos de la distancia que no separa los amores, hablemos de Dios y el privilegio de vivir, hablemos de valores y principios morales, hablemos de paz y si sienten que no debemos pisar la senda de la persona negativa, entonces digan conmigo “hoy no queremos hablar de problemas” .