Dice la mejor política pública y estrategia anticrimen de jóvenes es la inclusión social

José Alfredo Espinal

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Santiago.- El coordinador del movimiento cívico “Santiago Puede”, Domingo Ureña, considera que es urgente reconocer que no hay mejor política de seguridad pública ni estrategia anticrimen que la inclusión social de los jóvenes que hoy se pasean por las calles. “No hay que recortar gastos, hay que ampliarlo para ellos”, afirmó.

Asimismo, indicó que la falta de oportunidades, la crisis de valores en el seno familiar y la deserción escolar son males que acechan a los jóvenes en el día de hoy.

Manifestó que la falta de implementación de políticas públicas en beneficio de ese gran franja poblacional, abandonada por las instituciones gubernamentales y ONG que, con los recursos y herramientas en las manos, no desarrollan los planes que proyectan en papeles y presentan de manera mediática, lo que dijo se convierten en un engaño a la ciudadanía y una frustración a los jóvenes.

Domingo Ureña definió como populismo las leyes que  protegen a los jóvenes de este país, que son Ley 49-00 que crea la Secretaría, hoy Ministerio, de la Juventud, como instancia rectora, responsable de formular, ejecutar, coordinar y dar seguimiento a las políticas públicas sectoriales en materia de juventud y la Ley 1-12, Estrategia Nacional de Desarrollo.

Además, Ley 20-93, que crea el Día Nacional y Premio Nacional de la Juventud, con la finalidad de propiciar el desarrollo integral de los y las jóvenes sin distinción de género, de religión, política, racial, étnica u orientación sexual y de nacionalidad. También la Ley 14-94, que crea el Código para Protección de Niños, Niñas y Adolescentes.

Asimismo, dijo que el reglamento para la aplicación de la Ley General de la Juventud No. 834-02, el cual manifestó que su objetivo principal es el promover el desarrollo integral en las y los jóvenes, formulando, coordinando, monitoreando y evaluando la Política Nacional de juventud y esto no se hace en ningunos de los departamentos del ministerio encargado para ejecutar dicha política.

Ureña denunció el triste panorama que viven los jóvenes de los barrios, sin esperanza de tener una buena orientación para ser útil en el futuro.

Deploró que muchos jóvenes solo existen muchas palabras, promesas incumplidas que adornan el sentido de colaboración y apoyo al desarrollo de la juventud, pero todo se queda en los papeles y en los nombres de los funcionarios responsables de hacer las funciones establecidas en los documentos que publican.