Desconfianza…

Domingo Hernández

Tentativamente ya se ha establecido la fecha de junio para iniciar el bèisbol de las Grandes Ligas, según informes.

De hecho,se habla de fines de ese mes o a màs tardar el 2 de julio como un momento oportuno para comenzar.

Este, empero, es sòlo un plan que no està aprobado de manera definitiva, pero lo importante es que existe el deseo de agilizar la vuelta del bèisbol, entre todos cuantos tienen que ver con el espectáculo, incluidos, funcionarios de Las Mayores, dueños de equipos, directivos, dirigentes y jugadores, entre otros.

Se comenzarìa a jugar, en razón de la circunstancias actuales, sin fanáticos y èste, ha sido un factor que ha creado múltiples desacuerdos en lo que concierne a los dueños y ejecutivos de equipos.

Algunos propietarios no están de acuerdo con jugar sin público, otros al parecer si lo están.Aùn  , empero,Mayor League Baseball – MLB- y funcionarios no se han sentado a tratar a profundidad  el aspecto económico y las consecuencias de jugar sin espectadores.

Esto, inclusive, conllevarìa a la posibilidad de que haya que reducir los salarios de los jugadores y habrìa que ver si èstos estarían de acuerdo en ese sentido.

De todas maneras, el elemento fanático representa un dolor de cabeza  para MLB,  en razón de que,ya al margen del aspecto financiero, en el supuesto de que posteriormente se permita jugar con ellos, es decir, que puedan asistir a los estadios, algo que se ve un poco remoto en el panorama actual, esto vendría a ser parte de un proceso que podría ser lento.

Esto asì, porque desde ya se prevé que las asistencias no serìan, en principio, tan masivas como se quisiera, debido a que habrìa desconfianza por el coronavirus.

Los padres no se sentirían seguros de llevar a sus hijos a los estadios , porque no tendrìan la garantía de que èstos estarían exentos de contraer ese virus en esos primeros días, en un ambiente en donde haya aglomeraciones de personas.

Y para que esto se produzca, las familias, -y el bèisbol es un deporte de familia-, deberán estar totalmente convencidas de que esta pandemia estè  absolutamente erradicada.De lo contrario, difícilmente asistirán a los escenarios beisboleros.

Ello explica el hecho de que, entretanto, “en lo que el hacha va y viene”, como se dice en buen dominicano, lo màs lógico y razonable es que por ahora, lamentablemente,  nos vayamos acostumbrando a ver los estadios vacìos en sus graderías. En otras palabras, el deporte con público es una posibilidad que todavía da la impresión de estar distante.Es un proyecto al que habrá que darle tiempo –ojalà  el lapso no sea largo- para cuando ya el coronavirus sea cosa del pasado, un tèrmino olvidado. Es penoso, pero es la amarga realidad.PARA QUE LO APRENDAS O LO RECUERDES:Y para seguir con las Mayores, es oportuno decir que, entre los rècords que lucen inalcanzables en Grandes Ligas,figura el de Rickey Henderson, quien concretizò un total de 1,46 robos en su gloriosa carrera y estableció la marca de 130 estafas en una temporada -1982-. El béisbol es un juego de ciclos, pero por ahora, cuesta pensar que las bases robadas tomen nuevamente la relevancia que tenían en la época de Henderson. El último jugador que intentó robarse 130 bases en una temporada fue Vince Coleman en 1985,pero se quedó corto. ¡Suena la campana!Climmp!.