Falta un mes para conocer si los escritores de béisbol elegirán algún ex jugador al Salón de la Fama, pero David Ortiz se sentó a comer la cena de Nochebuena con la tranquilidad de que los primeros “boletines” le auguran que irá a Cooperstown el 25 de julio próximo, siempre y cuando el Covid-19 lo permita.
Hasta la noche del 24 de diciembre se habían hecho pública 55 boletas, un 14.8% de las 392 que estima Ryan Thibodaux están disponibles en esta ocasión. De ellas, el Big Papi ha aparecido en 47 para un 81%, el más alto entre los 24 miembros de la quiniela.
El ex jugador de los Mellizos y Medias Rojas necesitaría de 247 votos para conseguir el mínimo, siempre y cuando ejerzan el sufragio los 392 habilitados.
Tras Ortiz siguen Barry Bonds y Roger Clemens (75.9%), bordeando el límite en su último año dentro del control de los periodistas. Sammy Sosa apenas consigue un 15% en el que también es su oportunidad final con los escritores.
Alex Rodríguez, quien debuta en las papeletas, logra un 50%.
¿Qué dice la historia?
Thibodaux comenzó en 2009 con una hoja básica de Microsoft Excel a monitorear a los votantes que hacían pública su boleta en momento en que las redes sociales despuntaban. Con el paso de los años fue mejorando la presentación hasta que hoy exhibe unas gráficas repletas de datos útiles para que el lector entienda mejor el proceso.
En estos 13 años, la tendencia ha sido que una vez se hacen público el voto final este baja hasta en un porcentaje de un dígito con relación a los datos adelantados.
En 2015, Pedro Martínez aparecía con un 98% de los votos tras revelarse el 60.2% de las papeletas. Cuando se hizo el anuncio final, el de Manoguayabo terminó con el 91.1%.
Vladimir Guerrero aparecía con un 72% en su primera aparición (2017) con el 71% de los votos relevados. Al final sacó un 71.7%. En 2018 la hoja de cálculo de Thibodaux arrojaba un 94.3% con el 75.4 de los cartones dados a conocer y la Tormenta de Don Gregorio terminó con el 92.9%, el más alto hasta la fecha entre los tres dominicanos con nicho en Cooperstown.
Ortiz llega con un colchón que, de mantenerse el ritmo, le puede permitir perder hasta el 6% y aun así llegaría al templo sagrado de los inmortales.
El ex bateador designado de los Medias Rojas llega con opciones de aterrizar en el pueblo donde se jugó béisbol por primera vez en una condición especial.
En Cooperstown hay 235 ex jugadores, de entre cerca de 16,000 que jugaron hasta 2015. De ellos, 134 entraron a través del voto de los miembros de la Asociación Americana de Escritores de Béisbol (BBWAA en inglés), pero solo 57 lo logró en su primera aparición en las boletas, el 42%.
Entre los latinos, solo Pedro (2015), el puertorriqueño Iván Rodríguez (2017) y el panameño Mariano Rivera (2019) ingresaron en su primera oportunidad por la BBWAA, ya que el boricua Roberto Clemente fue llevado en 1973 en una elección especial por el Salón de la Fama, meses después de su trágica muerte en un accidente aéreo.
Ortiz puede unirse a un grupo de seis otras figuras del béisbol que ya fueron confirmadas para el ceremonial del 25 de julio.
El 5 de diciembre se anunció que Gil Hodges, Jim Kaat, Minnie Miñoso y Tony Oliva fueron elegidos por el Comité de la Era de los Días Dorados, que consideró una boleta de 10 personas compuesta por candidatos cuya contribución principal al juego provino de 1950 a 1969.
Bud Fowler y Buck O’Neil fueron elegidos por el Comité de la Era del Béisbol Temprano, que consideró una boleta de candidatos de 10 personas cuya contribución principal al juego se produjo antes de 1950.