¡Cuidado!. La violencia contra la mujer a veces inicia en el mismo seno familiar

Por Wendy Carrasco

Al observar cómo cada día mis manos envejecen y mi pelo pierde su pigmento, medito en mis años de trabajo arduo, en ese camino recorrido, y me veo en esa pequeña butaca de la escuela colmada de tantos deseos y superación, pienso en lo terrible que debe ser perder su vida a destiempo, y dejar de soñar a causa de la violencia contra la mujer.

Esta reflexión que surge a raíz de la conmemoración del Día Internacional de la No Violencia Contra la Mujer, abre la posibilidad de que nos posicionamos firmemente en no permitir a nada ni a nadie que seamos víctimas de cualquier tipo de violencia, sea física o emocional.  Y aunque nuestra realidad sea otra, la lucha se debe liderar.

Resultan espeluznantes las informaciones y datos estadísticos de los homicidios de mujeres, generalmente, ejecutadas por sus parejas y exparejas de las víctimas, por lo que que entiendo se deben tomar medidas serias y crear políticas sociales contundentes para erradicar ese mal que se ha convertido en pandemia en especial en países de cultura “machista” como el nuestro.

Una mujer es como una flor, que aunque con sus espinas, crecientes muchas veces por las adversidades de la vida, debe ser cuidada y respetada por su entorno, porque no solo se debe dejar a responsabilidad de una pareja, sino que esto es una costumbre que se debe fomentar en valores en el mismo seno de la familia.

¿De qué manera estamos educando a nuestros niños, niñas y adolescentes? ¿Cuáles valores les inculcamos en casa?  Como padres ¿Cuál es el cuidado y valor qué damos a nuestras niñas y niños para formar una sociedad menos marcada por los “malditos” feminicidios y otros tipos de violencia, incluso, intrafamiliar.

Leí en una ocasión que, un hombre siempre aprovechaba la oportunidad de abrir y cerrar la puerta de su vehículo para que su niña entrara cómodamente, y de paso enseñarle que esperaba màs de ahí  de la persona que en futuro ella eligiera como pareja, porque él le daba un trato fino y delicado a su pequeña.

Me encantan estos tipos de ilustraciones, porque me permiten imaginar y anhelar ese novio, esposo, amigo o pareja  que nos trate de manera afable. Que conozca nuestras necesidades y proteja cuando nos quiera arropar el temor.

Dijo en una ocasión el hombre en un pasaje Bíblico, Capítulo 2 de Génesis… “¡Esta vez tengo a alguien que es carne de mi carne y hueso de mis huesos! La llamaré hembra, porque Dios la sacó del hombre”.