Cubans Sugar Kings, primer proyecto extranjero de Grandes Ligas, inicia en 1955 entrenamientos en suelo dominicano

Por Rafael Baldayac

Havana Cubans Sugar Kings (Azucareros de La Habana), primer intento de franquicia de  las Ligas Mayores fuera de los Estados Unidos, llegaron un día como hoy a nuestro país para hacer sus entrenamientos primaverales en suelo dominicano.

El legendario estadio de La Normal de Santo Domingo fue la sede primaveral del legendario equipo cubano hace 65 años, tras su llegada a la Republica Dominicana el sábado 19 de marzo de 1955.

Los Sugar Kings o Reyes del Azúcar, como también se le conocía,  jugaron en la International League Triple A, desde 1954 hasta 1960, en la antesala de las Grandes Ligas. Estaban afiliados a los Cincinnati Reds, y disputaban sus partidos en el Estadio de El Cerro, actual Estadio Latinoamericano.

El anhelo de que una novena cubana estuviera presente en el béisbol organizado de los Estados Unidos venía desde principio de siglo, pero no fue sino a partir de 1946 cuando se produce el debut oficial de una novena cubana durante la renovada Liga Internacional de Florida (Clase C).

En esta primera campaña, los Cubans, aunque perdieron en el Playoff final, arrasaron durante la campaña regular con 76 victorias y 41 derrotas, pese a que el presidente de la organización, Wayne P. Allen, anuló 17 de los triunfos, porque el conjunto antillano sobrepasó la cantidad de jugadores inscritos como de “servicio limitado”.

Junto al Havana Cubans compitieron en esa primera contienda las novenas de Miami Sun Sox, Tampa Smokers, West Palm Beach Indians, Lakeland Pilots y Miami Beach Flamingos.

Por cinco años consecutivos, los Cubans mantuvieron un paso arrollador en la Liga y se titularon campeones durante los Playoffs finales de las contiendas de 1947 y 1948, dirigidos por Oscar Rodríguez.

Hacia 1949 el circuito obtuvo su ascenso a la clasificación B. Fue entonces cuando el magnate cubano Roberto “Bobby” Maduro entró en escena y asumió la mayoría de las acciones del equipo.

Según el historiador Andrés Pascual y autor de una de las más detalladas crónicas que existen sobre la victoria de los Sugars Kings, la sugerencia a Maduro para que solicitara la franquicia se la hizo Pedro Galiana, corresponsal de Sporting News en Cuba y editor deportivo de El Crisol en la Habana.

Jorge S. Figueredo, en su obra “Béisbol Cubano: A un paso de las Grandes Ligas”, señala que “Se presentó entonces la oportunidad al estar disponible en la Liga Internacional la franquicia de Springfield.

Maduro tenía contactos y credibilidad entre los magnates del deporte en los Estados Unidos y ofreció las garantías financieras requeridas para la aceptación del proyecto, no sin antes hacer concesiones que ponían mayor presión sobre el éxito económico de la empresa para los accionistas.

Como, por ejemplo, sufragar los gastos de viajes aéreos desde Miami a la Habana a todos los equipos visitantes, desembolsos que no hacían estos conjuntos cuando el team cubano se transportaba a las ciudades de Estados Unidos y Canadá”.

En la temporada de 1954, los Cubans Sugar Kings debutaron en la Liga Internacional (Clase AAA) contra las escuadras de Rochester Red Wings, Richmond Virginians, Buffalo Bissons, Syracuse Chief, Ottawa A’s, Toronto Maple Leafs y Montreal Royals, dándole verdadero tope internacional a la liga.

La convulsa situación política que vivía Cuba en la segunda mitad de los años 50, puso en peligro su permanencia. 1959 fue un año turbulento para el país y decisivo para los Cubans. Fue el año de la Pequeña Serie Mundial.

En la Liga Internacional, los Sugar Kings habían hecho valer su nombre de Reyes, con dulzura, y llegaban al final de una excelente temporada, justo hasta el borde de la gloria.

Sin embargo, para lograr el campeonato de las Ligas Menores había que superar a los Minneapolis Millers de la Asociación Americana. Los Azucareros tenían el talento para hacerlo con  Miguel Cuéllar, Raúl Sánchez, “Borrego” Álvarez, Elio Chacón, Cookie Rojas, Leo Cárdenas, Daniel Morejón, Tony “El Haitiano” González, Vicente Amor y Carlos Paula,  junto a los norteamericanos Ted Wieand, Walter Craddock, Larry Novak y Jesse Gonder.

Los que estaban allí la recuerdan esa batalla heroica. Con la Serie empatada a tres juegos por bando se celebró el partido decisivo, el martes 6 de Octubre de 1959. Preston Gómez, el manager, sólo sabía sonreír, sonreír nerviosamente…Después del éxtasis, la tempestad.

Una lluvia negra cubrió el cielo y el paso para llegar se convirtió en el paso para morir.  El triunfo de la revolución cubana supuso en última instancia la desaparición del equipo. En 1960, Fidel Castro firmó un decreto para nacionalizar todas las empresas estadounidenses en la isla, lo cual afectaba directamente a la franquicia.

Al poco tiempo, el 8 de Julio de 1960, Frank Shaughnessy, presidente de la Liga Internacional AAA,  le ordenó a Bobby Maduro  el traslado inmediato del club cubano y el nuevo Secretario de Estado de los EE.UU, Christian Herter, llegó a un acuerdo con la Liga para que la franquicia pudiera trasladarse a Jersey City.

La mayoría de los beisbolistas dejaron el país para establecerse en Estados Unidos, aunque otros como el entrenador Connie Marrero prefirieron quedarse en Cuba. El nuevo equipo heredero de los Sugar Kings, los Jersey City Jerseys, terminó desapareciendo en 1961.

De esta manera terminó el proyecto del que pudo haber sido el primer equipo extranjero en la historia de las Grandes Ligas.