Coordinadora de Casa Comunitaria de Justicia de Moca aboga por la formación de familias en una cultura de la paz

POR NICOLÁS ARROYO RAMOS

 MOCA, provincia Espaillat: La licenciada Luz Ayda Plasencia Batista, Coordinadora de la Casa Comunitaria de Justicia de Moca y abogada especialista en temas de Prevención de Violencia, Resolución de Conflictos y Derechos de Familia, abogó por la formación de familias en una cultura de paz y en los valores de honestidad, trabajo, respeto a los demás y vocación de servicio.

 Al participar como invitada en el programa de televisión Coctel Político que a través de Moca visión canal 48, produce y conduce el periodista y abogado Nicolás Arroyo Ramos, Luz Aida Plasencia Batista, dijo que como madre y ciudadana preocupada por una sociedad más justa, humana y equitativa, está enfocada en promover los valores y el respeto a los derechos humanos de las personas en igualdad de condiciones.

 “Cuando hablamos de paz nos llega a la imaginación, la paz en todo el planeta tierra, reflejada en las familias, en las personas como ente de valor intrínseco de esta, que significa: (ausencia de guerra, ausencia de violencia, estabilidad y el respeto al derecho ajeno, como lo expreso claramente Benito Juárez”, expuso la especialista en temas de derechos humanos y de familia.

 Significó que con respeto a nuestro país la presencia de violencia es el mayor desestabilizador de paz que más afecta a los hogares dominicanos “Las cifras son alarmantes y van cada día en ascenso, indicando que La paz se construye en interacción en el día a día, y es responsabilidad de cada ser humano trabajar para lograrlo”, expuso al participar en el reconocido programa de la televisión regional.

 Manifestó que aunque los gobiernos tienen la responsabilidad establecer políticas preventivas y de desarrollo, que promuevan el bienestar social, pero que la mayor responsabilidad y compromiso recae sobre las familias ( mamá y papá ) quienes tienen el deber de formar seres humanos equilibrados, fundamentados en amor, respeto y valores espirituales, que sean ejemplos de vida.  Recordando una frase de Pitágoras, dijo” ¨Educad a los niños y no será necesario castigar a los hombres”. –

Nuestra sociedad necesita padres formadores más que suplidores A todo esto les invito hacer la siguiente pregunta:

¿Qué tipo de adultos queremos que sean nuestros hijos?

La licenciada Plasencia Batista expuso que por lo general todos los padres nos esforzamos por criar de la mejor manera a nuestros hijos y aspiramos a, que de adultos sean: Independientes, autónomos, estables emocionalmente, seguro de si mismo, generosos y empáticos, colaborativos, humildes, congruentes, cariñosos, luchadores, inteligentes, honestos, sin miedo a expresar sus ideas, etc.

Manifestó que para lograr eso es necesario que los padres establezcan normas y límites que los hijos las cumplan y que las mismas sean:

  1. Firmes y claras, jamás difusa o de doble vinculo.

Evitar decir una cosa y hacer otra. Que lo que se dice coincida con lo que se hace.

  1. Deben adaptarse a la edad (Esto permite crear normas justas y coherentes; sin llegar al maltrato infantil o violencia.)
  2. Deben fomentar la participación

Involucrarles en las labores del hogar, enseñar el trabajo en equipo integrando al sistema familiar completo.(Mamá, Papá  y los hijos)

  1.  Deben tener un sentido, una razón de ser.

De nada sirve que un adulto le diga que cumpla una norma “porque sí y punto”, “porque aquí mando yo” o “porque en esta casa se hace lo que yo digo”.

Pues es necesario explicarle:¿Por qué se fijan, Por qué es importante cumplirlas? y qué pasa cuando se infringen o incumplen¸ es decir el régimen de consecuencia.

 Deben ser claras y comprensibles.

A la hora de establecer una norma, una regla o un límite, los cuidadores deben asegurarse de utilizar un lenguaje claro, sencillo, concreto y comprensible, así como un tono de voz firme pero sereno.

  1. Deben estar expresadas en positivo

Siempre que sea posible, expresa las normas en términos positivos.

Resulta más eficaz decirle lo que debe hacer (“habla en voz baja”) en lugar de (“No hables tan duro”).

  1. Deben tener una consecuencia inmediata, coherente y restaurativa frente a su incumplimiento.

En lugar de castigos, se deberán aplicar consecuencias restaurativas relacionadas con la falta cometida, que inviten al hijo a reflexionar, proponer soluciones y reparar el daño causado. (pedir excusa, perdón, reconocer el equívoco).

  1.  Deben ser aplicables a todos los miembros del hogar.

El ejemplo y la coherencia de los adultos  es clave para que los hijos cumplan las normas.

  1. Evitar comparar O descalificar.

Celébrale más los triunfos que los fracasos (cuando llevan la nota primero valorar la más alta y luego motivar a que puede lograr ser mejor en las demás).

  1. Deben ser firmes

El cumplimiento de las normas no puede depender del estado de ánimo de los adultos, sino que deben aplicarse con firmeza y con respeto en todo momento y lugar.