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SANTIAGO, República Dominicana.-Entraron en su fase final la construcción de 120 apartamentos y 22 locales comerciales que construye la Alcaldía local en el sector Vuelta Larga, al norte de la ciudad, donde serán alojadas las familias que residían allí y que fueron trasladadas a modo de inquilinos en otro lugar cercano a la zona.
La oficina de Comunicaciones y Relaciones Públicas del Cabildo local constató que brigadas de obreros y técnicos trabajan tesoneramente colocando pisos, cerámicas, persianas y pintando algunos de los edificios ya terminados, que son de cuatro niveles.
El Alcalde doctor Gilberto Serulle inició el rescate de la cañada Vuelta Larga hace 61 días, faltando actualmente 29 días para la fecha límite de entrega de los apartamentos que se impuso él mismo.
Las viviendas que construye el Ayuntamiento de Santiago en Vuelta Larga, así como las demás obras, que son el rescate de cuatro mil metros lineales de la cañada, los centros comerciales, dos ciclo-vías, tres puentes, una escuela y una iglesia, se realiza con donaciones de los comerciantes, empresarios, industriales y personalidades de la República Dominicana.
Entre los materiales donados por los sectores empresariales, comerciales é industriales, están blocks, varilla, cemento gris, arena, grava, gravilla y pintura.
La construcción de los apartamentos ha tenido un mínimo aporte económico del cabildo local, siendo el soporte las donaciones realizadas por el sector privado.
El proyecto habitacional de Vuelta Larga comprende la construcción de 500 apartamentos, con una inversión superior a los 100 millones de pesos.
Cada apartamento consta de tres habitaciones, sala, cocina, baño y galería, lo que brindará un espacio acogedor a las familias que ocuparán los mismos.
Mientras se trabaja en forma acelerada en la terminación de los apartamentos, obreros y técnicos acondicionan los alrededores de los edificios de apartamentos.
Un puente unirá al sector Vuelta Larga con los Salados Viejos.
Con ese proyecto se resolverá la contaminación ambiental del lugar, pero al mismo tiempo vial y de salubridad en que vivían las familias por décadas, sin que ninguna autoridad local o nacional se hubiera preocupado por su estado de abandono.