Johanna Benoit
SANTIAGO, RD.- En conversación con un grupo de amistades, hicimos varias consideraciones con respecto a la celebración del ¨Día de la Constitución¨, llegamos a varias conclusiones…
El lunes 6 del corriente mes los dominicanos y dominicanas estuvimos conmemorando el 173 aniversario de nuestra carta magna, dada las circunstancias, nos preguntamos si es apropiada esta celebración, ya que los tres Poderes del estado constantemente viven violando nuestra Constitución y también facilitando a Poderes fácticos lo hagan, eso sucede además con las instituciones de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional.
Para empezar, el Poder Ejecutivo envió al Congreso Nacional, el presupuesto del próximo 2018, donde estipulaba que las exoneraciones de los congresistas no podían exceder la suma de US 100 mil dólares y de inmediato una gran cantidad de estos protestaron, pues las quieren sin límites, cuando ese valor sobrepasa los RD, $ 4,800, 0000.00. Esta exoneración fue ideada con el propósito de facilitar la movilidad de aquellos congresistas del interior y no para que estos quieran andar en autos lujosos como si fueran grandes empresarios o industriales cuando en realidad en este momento ellos lo que representan una enorme carga económica para el país, que no recibe mínimamente lo que ellos gastan.
Además de que estos señores se autodesignan sueldos lujosos, barrilitos, cofrecitos, gastos de representación, dietas, viajes, mas ingresos adicionales por pertenecer a comisiones de trabajo de sus organismos, siendo el colmo que también se asignan dinero para los días de : Reyes, Madres, Semana Santa y Navidad. Llegando los ingresos de estos a estar por las nubes comparado con el sueldo mínimo que recibe la clase trabajadora por ley.
Lo mismo sucede con los Síndicos y Regidores que copian de los congresistas en perjuicio de los municipios, secciones y distritos municipales.
Quienes abusan subiendo los arbitrios a la población que redunda en beneficios de ellos.
A esto hay que agregar las exoneraciones que gozan muchos sectores industriales, comerciales y sindicales, en distintos renglones. Nuestra Constitución prohíbe legislar en beneficios de sectores particulares, lo cual no sucede en estos momentos y se deberían hacer las leyes adecuadas a cada circunstancia.
El Poder Ejecutivo debe primero revisar las nominas públicas con tantos sueldos desproporcionados con los ingresos de la población, gastos en exceso, como dietas, viajes, nombramientos repetidos y/ o sin funciones especificas, y reorganizar el presupuesto para que el pueblo dominicano disfrute mejores servicios de educación, salud, seguridad, limpieza y ornato. Igualmente se debe someter leyes para que lo antes expuesto no siga sucediendo y la inequidad no reine como hasta ahora en la República Dominicana.
Nuestra Constitución tampoco es respetada en cuanto a la soberanía, ya que el estado no usa lo mecanismos necesarios para detener la inmigración ilegal. Aún el gobierno hable de aumentar la inversión para ello, asignando más de 600 millones para ello. Sin embargo no se habla del aumento de los sueldos que tendrían las personas a cargo esa tarea de formar que no caigan en malas prácticas.
Dentro de todas estas líneas debemos agregar las facilidades y exoneraciones que tiene la Santa Iglesia Católica debido al Concordato firmado por el dictador Trujillo con el propósito de conseguir como obtuvo durante mucho tiempo el apoyo de la gran mayoría de los obispos y sacerdotes que ejercían en esa época, estos privilegios debieron haber pasado desde que nos hicimos una nación democrática , puesto que no tenemos conocimiento sobre otros países que tengan este tipo de privilegios para una región en particular, salvo los islámicos, consideramos en nuestra conversación de amigos y amigas, que el gobierno debiera denunciar el mismo.
Después de todo lo expuesto nos preguntamos si vale la pena que los ciudadanos y ciudadanas celebremos el ¨Día de la Constitución¨, cuando esta de hecho como dijo un Presidente autócrata, que no la respetó, no es más que un pedazo de papel.
Hasta otra entrega
Dios les bendiga!