Con perdón de Danilo y Miguel

Héctor P. Domínguez

No he querido bailar en la fiesta del Partido de la Liberación Dominicana; pero dado el momento estelar en que pasado mañana, le corresponderá celebrar su consulta para decidir quién será su candidato en el 2024 y, que es de alto interés para toda la nación, sus resultados, quiero dejar algunas reflexiones que, tal vez puedan serle de alguna utilidad. No sin antes insistir que: “Nadie agradece que le den lo que no ha pedido”; por lo cual tampoco espero ningún tipo de generosidad.

Primero: De los seis aspirantes sólo uno podrá ser el candidato del PLD a las elecciones generales de mayo del 2024.

Segundo: Una sólida alianza entre los que queden en primer y segundo lugar, deberá soldarse, comprometiendo las candidaturas del 2024 y del 2028, como base única para un papel ejemplar y posiblemente exitoso.

Tercero: Abel se ha convertido en el centro neurálgico mejor posicionado, para encabezar la unidad de toda la oposición. Se atraería, sin mayores dificultades a la Fuerza del Pueblo y una buena parte de los partidos “emergentes”. Lo cual lo colocaría en excelentes condiciones para diputarle al PRM la candidatura presidencial.

Cuarto: Por algunas razones Margarita podría ganarle la contienda; sin mayores proyecciones en el tinglado opositor; pero tiene muchas posibilidades de salir airosa, en esta batalla.

Quinto: Ambos (Abel y Margarita) deben prepararse para ganar y para perder.

Sexto: La experiencia de los pleitos más allá de las consultas internas, han dejado sabores amargos y muchas frustraciones sobre todo en el Partido Revolucionario Dominicano.

Séptimo: Jacobo Majluta y José Francisco Peña Gómez, hubieran sido presidentes, si se hubieran entendido y aplicado una fórmula similar.

Octavo: Igual hubiera sucedido con Miguel Vargas e Hipolito Mejía, si se hubieran entendido.

Noveno: En 48 horas, llueva, truene o ventee, estarán contando, a golpes marciales, los votos en el Partido de la Liberación Dominicana.

Décimo: Las posibilidades de escribir nuevas e importantes páginas gloriosas, descansan en salir bien de ésta contienda. Se repite de nuevo la contundente e inexorable sentencia: “Ahora o nunca”.

¡Buenas suertes a todos los aspirantes y a todos los dirigentes y a las bases peledeistas!.

El autor fue embajador en Japón