Redacción/Caribbean Digital
“Aquí hay un paciente que tiene cuatro días y los vamos a desconectar. Su familia dijo que no tiene más dinero y la cuenta va en 200 mil pesos”, habría expresado el director de la clínica CENCARCI, mientras se traba el caso del comunicador montecristeño.
SANTIAGO, RD.– En un estado de desesperación se encuentra la familia del periodista y educador montecristeño Félix González, quien sigue grave en una clínica privada de Santiago por un derrame cerebral y un infarto.
A pesar de establecerse un “acuerdo económico”, la dirección del centro de salud se ha negado a entregarle el paciente a su esposa e hijas.
Una deuda de más de RD$2 millones de pesos a la clínica Centro Cardiorenal del Cibao (CENCARCI), de Santiago, mantiene en estado de zozobra a los parientes del reconocido comunicador de la Línea Noroeste, quienes al no poder hacer el pago decidieron poner en garantía todos sus bienes, incluyendo la casa donde viven.
El costo total por el cuidado del paciente se estiman en RD$3 millones 200 mil pesos, pero el seguro del SEMMA apenas le cubrió un millón de pesos, y luego fue transferido a la CENCARCI, donde acumulo una deuda de más de 2 millones.
Pero el director del CENCARCI, doctor Pablo Tejada, ha estado renuente a negociar, ya que, de acuerdo a su forma de expresarse, el dinero que le adeudan están por encima de cualquier cosa.
“Ustedes son unos irresponsables”, le reiteraba el médico a la esposa e hijas del convaleciente periodista, quienes a pesar de las humillaciones que recibían siempre se mantuvieron en silencio, mientras este doctor le enrostraba en medio de su dolor e impotencia.
Solidaridad
Los periodistas José Madera, Félix Jacinto Bretón, Leoncio Peralta, José Alfredo Espinal y José Manuel Castillo, acudieron este sábado a la clínica CENCARCI. José Madera, en condición de comunicador y abogado, trató el acuerdo con el director del centro médico, quien en todo momento solo pensaba en sus cuartos, más que en otra cosa.
Los familiares de Félix González reconocen el trabajo que han hecho los médicos para mantener con vida al comunicador, pero consideran inhumana la forma como los humillan cobrándole el dinero adeudado.
Piden ayuda
Los familiares del periodista Félix González pidieron al Presidente Danilo Medina, a la Vicepresidenta Margarita Cedeño de Fernández, y a la primera dama, Candy Montilla de Medina, para que cooperen con su causa, ya que no poseen el dinero para cubrir los gastos de la clínica, mientras su pariente continúa interno.
Asimismo, clamaron a los empresarios, políticos y la clase periodística para que colaboren.
Félix González es un destacado periodista y educador de Montecristi, cuyo ejercicio lo ha hecho en procura del bienestar de su pueblo. Es un esposo y padre de tres hijas.
Al leer esta nota, me doy cuenta de quien la redacto tubo la delicadeza de preservar la versión de los familiares y no de redactar la verdad de esa situación. Se le olvido o no quiso decir lo siguiente.
1-El paciente no fue retenido, el paciente se encontraba interno y la esposa del mismo había referido que estaba buscando el dinero, realizando una transacción bancaria, para pagar, y por tal razón ella no se lo había llevado. (Cosa que pasa hasta en los supermercados, donde usted debe pagar antes de salir).
2-Se les llamo irresponsables, es que es una irresponsabilidad, si a usted a los 10 días de ingreso se le explica que será un caso de alto costo, se les ofrece traslado a un centro público de salud y usted responde en más de una vez «No, nosotros nos quedaremos aquí, no importa el dinero que se lleve». Y después de 2 meses sin hacerles ninguna presión y creyendo en su palabra, de que no depositaban porque el colegio de periodistas se harían cargo de la cuenta y que no habría problema con el dinero, tras dos meses de esfuerzos y dedicación e inversión, por parte de la institución y del personal que hay labora. La familia llevo copias de propiedades, no embargables según los abogados, por lo que no se le recibió la garantía, con la que querían llegar a un «acuerdo”.
3-Por cosas como estas, es que nuestra sociedad anda mal, porque las personas no cumplen con su palabra y al no cumplir con ellas, las instituciones dejan de creer en las personas.