Domingo Hernández
Cuando se vislumbra que la primera mitad de la presente temporada del bèisbol de las Grandes Ligas està pròximo a concluir,el dominicano Juan Soto todavía no logra despegar a la altura esperada.
Aunque ha estado produciendo, resulta obvio que Soto, para muchos el mejor bateador de todo el bèisbol en los actuales momentos, ha estado por debajo y su nivel en términos productivos, podrìa decirse que ha estado por debajo.
Algunos estiman que la presión respecto al gran contrato que tiene en agenda firmar, el cual se cree rondarìa los 375 o quizás 400 millones de dólares, podrìa ser la causa del lento inicio del estelar jardinero de los Nacionales de Washington.
Otros con un mayor juicio consideran varias las causas de ese descenso, entre las cuales, citan el hecho de que los lanzadores no le han estado lanzando como antes, han descubierto sus debilidades y se centran regularmente en hacerle lanzamientos bajos y afuera. Es decir, se la ponen difícil.
Ademàs, se habla del coeficiente de la nueva pelota, el cual es el màs alto en la carrera de Soto en las Mayores. En ese orden, se cita que muchos de los batazos que ha conectado, que pudieron ser cuadrangulares, se han convertido en elevados inofensivos.
Soto, se analiza, estaría haciendo menos swing a lanzamientos que debería aprovechar e incluso se considera que ha tenido mala suerte, un factor esteùltimo muy subjetivo, pero que tampoco puede descartarse y que inclusive, està presente prácticamente en todo. Desde luego, para quienes creen en ello.
En definitiva, no se sabe a ciencia cierta cuàl o cuàles han sido las razones por las que Soto no ha rendido como se esperaba. Empero, la realidad es que no ha sido el mismo bateador al cual estamos acostumbrados a ver hasta el momento.
En ese contexto, sòlo hay que dar un vistazo a sus números en lo que va de campaña:Batea –sin el juego de anoche ante los Piratas-218 de promedio, con 56 imparables conectados, 14 de ellos cuadrangulares, 14 dobles, 42 carreras anotadas y 31 impulsadas, un OPS de .808, se ha ponchado en 48 ocasiones y recibido 61 transferencias, en 73 juegos jugados y 257 turnos agotados.
En los últimos siete días, en cinco partidos en que participò, y 14 turnos al bate, Soto bateò tres hits, dos dobles, anotò cuatro carreras, recibió seis bases y se ponchò dos veces.
Lògico, èstas no son malas estadísticas para un jugador cualquiera. Mas, no están a la altura de un fenómeno del bateo como Soto.
Sin embargo, lo que se espera es que, a partir de la segunda mitad, en caso de no hacerlo de inmediato, Soto logre reencontrarse con su swing habitual y comience a producir al ritmo esperado. Incluso, ya ha logrado hacer esto en otras ocasiones cuando ha tenido un pobre inicio. De ahì el que hay muchas posibilidades de que logre alcanzar este propósito y cerrar la temporada en grande. Y no hay porque dudarlo, en razón de que el talento està ahì. Sòlo resta que pueda mantenerse saludable. Ya veremos. PARA QUE LO APRENDAS O LO RECUERDES: Los 262 inatrapables conectado por el japonés Ichiro Suzuki, Marineros de Seattle, en el 2004, figuran entre los rècords considerados “irrompibles” en la historia de las Grandes Ligas. ¡Suena la campana! ¡Climmp!