Por Domingo Hernández
En sus últimos partidos, el descontrol de sus lanzadores había sido relativamente el principal problema de las Aguilas Cibaeñas.
Incluso, partidos en los cuales el conjunto cibaeño estaba arriba en el marcador, se perdieron por el descontrol de sus pitchers, tanto abridores como relevistas.
Se calcula que el pitcheo del conjunto local había concedido unas 30 bases por bolas en partidos recientes. Sin embargo, resulta alentador que en el juego ante los Tigres del Licey, el pasado domingo en el Estadio Cibao, que ganaron 6-1, los lanzadores de las Aguilas no otorgaron transferencias.
Ojalá, pues, en lo adelante se pueda seguir mejorando este aspecto, el cual se ha constituido en uno de los puntos débiles de una franquicia que, por lo visto, es justo reconocer, no se descuida y busca continuamente fortalecerse, en aras de ser cada vez más competitiva.
El hijo de Holyfield…
La historia del boxeo recoge varios casos de hijos de leyendas de este deporte que intentaron emular las carreras de sus padres.
Joe Frazier, excampeón mundial de los pesados, tuvo en su vástago Marvin Frazier, alguien que quiso seguir sus pasos dentro del pugilismo profesional.
Lo mismo ocurrió con el hijo de Roberto –Manos de Piedra-Durán -Roberto Durán Jr-. Al igual que Julio César Chávez y sus hijos Julio César y Omar Chávez.
En ninguno de esos ejemplos, los hijos ni remotamente pudieron igualar las grandezas de sus progenitores.
Ahora, un hijo del gran púgil norteamericano Evander Holyfield, cuatro veces campeón mundial de los pesados y tres en los cruceros –en total siete campeonatos mundiales-, intenta seguir su trayectoria.
Se trata de Evan Holyfield, un jovencito de 22 años que recién el pasado sábado hizo su debut en el boxeo de paga, tras celebrar 80 peleas como olímpico.
Evan ocupó una preliminar en la velada que estelarizaron el mexicano Saúl –Canelo-Alvarez y el ruso Sergey Kovalev, en disputa del trono semipesado de la Organización Mundial de Boxeo –OMB-, en poder de este último, celebrada en Las Vegas, Nevada.
Holyfield noqueó en apenas 14 segundos a su rival de turno, su compatriota Nick Winstead.
El muchacho, que combate en la división mediano Junior -154 libras- impresionó gratamente a la afición e incluso a expertos, debido a la estupenda demostración ofrecida.
A juicio del exboxeador profesional Maurice “Termite”Watkin, quien lo entrena, Holyfield tiene un gran talento y representa el pugilista perfecto con que todo entrenador sueña.
“Tiene grandes habilidades para boxear y al mismo tiempo es un pegador”, expuso Watkin, al referirse a Holyfield.
Es temprano todavía para hacer vaticios respecto a lo que podría hacer dentro de este apasionante deporte, Evan Holyfield, pues son muchos los factores que pueden influir para que este imberbe vea frustrada su carrera –cualquier lesión o que se desenfoque y escoja otro camino incompatible con una disciplina tan exigente como esta podrían ser factores negativos al respecto-.De ahí el que lo más prudente es desearle suerte, esperar y ver qué tal se va desenvolviendo su flamante trayectoria en la que tiene como reto honrar un apellido ilustre como el que lleva consigo. Por lo pronto, lo más importante, empero, es que ha tenido un buen inicio. No lo pierdan de vista. ESQUINITAS-.Los Toros del Este hasta el domingo sumaban 11 partidos consetivos ganados -esto se escribe antes del encuentro de ayer ante los Tigres en Santo Domingo- y parecen indetenibles.La escuadra con sede en La Romana se ha convertido en el equipo por excelencia para venir de atrás y ganar sus partidos. El último de ellos ocurrió el pasado domingo en La Romana, cuando perdían ante los Leones en el octavo episodio para luego remontar en esa entrada y posteriormente irse delante en la onceaba y terminar con el triunfo 12-9. Nadie puede cantar victoria con ellos hasta tanto no termine oficialmente el partido. Recuerdan lo que les pasó a las Aguilas con ellos en Santiago el pasado viernes cuando estaban a ley de un strike para perder y terminaron ganando… PARA QUE LO APRENDAS O LO RECUERDES: Rafael -El Gallo-Batista, Estrellas Orientales, tiene el récord de más carreras impulsadas en la pelota dominicana, con un total de 395. !Suena la campana! !Climmp!
Pie:
Richelson Peña sacó la cara por el pitcheo aguilucho tras lanzar siete entradas de una carrera y cuatro imparables el pasado domingo ante los Tigres. Foto fuente externa.