Abusadores silentes

JOSÉ ALFREDO ESPINAL

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SANTIAGO República Dominicana.- La maldad intrínseca de un ser humano es difícil y compleja de descubrir. Muchas personas dan muestra de amor, incluso, venden esa imagen para atraer a sus pies a su próxima víctima.

Ese tipo de individuo suele tener compasión por los demás. Es típico su estilo. A veces es muy carismático, en ocasiones reservado, pero no define su lado oscuro hasta que consume lo que busca.

En estos tiempos, esos hombres y mujeres de mentes enfermas actúan, a veces, hasta en complicidad con los propios familiares de sus víctimas, que es aún una mayor pesadilla para quienes han sido blancos de esas acciones.

Un payaso-comunicador y un comunicador mercadólogo son los dos últimos casos que han salido a la luz pública. En el primero, el acusado está siendo investigado al respecto para determinar la veracidad de sus presuntas acciones contra menores de edad. En tanto por el segundo caso esa persona guarda prisión preventiva.

Pudieran existir otros escándalos de abusos contra niños y niños relacionados con figuras de los medios de comunicación, políticos y hasta empresarios. Lo peor de todo, es hacer nada ante un atropello contra la vida y la dignidad de un ser humano indefenso.

Con más apoyo de los familiares de las víctimas y un castigo más severo por parte de las autoridades, nuestros niños y niñas podrían convivir en un ambiente más seguro, fuera del alcanza de esos desalmados y desalmadas que, como toda mente podrida, siempre estará al acecho de su próxima víctima.

La suerte es que en esta tierra se paga todo, tarde o temprano.

“Pues no hay nada oculto que no haya de ser manifiesto, ni secreto que no haya de ser conocido y salga a la luz”. Lucas 8-17.